El fichaje no es Mbappé...¡Es Nahikari!
Se han vertido ríos de tinta con el fichaje de Messi. Lágrimas, llantos y mucho dinero, pero al final, Messi jugará con Sergio Ramos en el mismo equipo, que es como ver a Han Solo y Darth Vader pelear en el mismo bando, pero los profesionales tienen razones que los aficionados no entendemos.
Este año hemos asistido a sucesos impensables porque el turbio dinero de los jeques ha roto el viejo orden. Eso ha provocado extrañas asociaciones ya que en un retruécano del destino estuvimos a punto de ver a CR7 bajo la égida de Guardiola en el City.
Sin embargo, el fichaje más alucinante de todos ha sucedido en el fútbol femenino. El Real Madrid ha conseguido que la delantera Nahikari García cambie la camiseta txuriurdin por la blanca. El Real Madrid femenino existe desde hace sólo un año, mientras que la Real Sociedad siempre había atendido muy bien al equipo femenino. Fue el primer equipo en tener un himno inclusivo y, junto con el Barcelona, en hacer contratos profesionales a las futbolistas. La Real pierde a Nahikari, pero tampoco ha renovado a nueve jugadoras. O bien se trata de un cambio total en la dirección deportiva o es que no se han destinado suficientes recursos. A los aficionados que no sabemos lo que se cuece entre bambalinas nos resulta paradójico saltar de un equipo como la Real Sociedad al Real Madrid, que hasta hace un año era el único equipo grande de Europa que no tenía equipo femenino.
Es comprensible el deseo de probar nuevas experiencias y, además, el proyecto del Real Madrid es muy ambicioso. Me alegro de los avances personales de los jugadores y jugadoras que aprecio; yo mismo salté desde Babylon Chàt a la Champions con Loquillo y Trogloditas. Eso sí, los seguidores de equipos modestos, cuando tenemos un jugador que destaca, en vez de decir "¡Qué bien juega!", pensamos "¿Cuánto nos durará?". Intentamos no enamorarnos de ninguna nueva figura porque tenemos miedo de que nos rompa el corazón la siguiente temporada cuando le veamos enfundado en otra camiseta.