Vinicius se lo pondrá difícil a Hazard
En los dos primeros partidos Ancelotti decidió flanquear a Benzema con Bale y Hazard. Me pareció razonable. Durante todo el curso pasado eché en falta una mejor compañía para Benzema, al que, por unas cosas o por otras, ni Rodrygo ni Asensio ni Vinicius consiguieron ayudar a completar un buen ataque. De los tres, el más entusiasta era Vinicius, pero también el más impreciso. Parecía lógico que Ancelotti tratara de sacar partido a dos jugadores de la gran categoría del retornado Bale y del convaleciente Hazard. En Vitoria les vi disfrutar del fútbol. En el Ciutat de Valencia, ya menos. Bale se tapó con un gol, Hazard estuvo muy mal.
En ambos partidos les sustituyó Ancelotti a la hora de juego, tanto para darles a ellos descanso (no están para muchos trotes) como para hacer un guiño a los jóvenes brasileños. Las dos veces Rodrygo se quedó corto, pero Vinicius revolucionó el ataque. En Vitoria salió en condición favorable, con resultado resuelto y el Alavés muy abierto, lo que propició sus características escapadas. Se le vio fino y rapidísimo, y además coronó su buen rato con un gol, lo que más le cuesta, y encima de cabeza. Buena nota que anteanoche multiplicó ante el Levante repitiendo su juego espectacular y afilado por la banda esta vez con dos goles excelentes.
Así se reivindica un suplente, no con declaraciones, abandono y malas caras, sino trabajando el doble que cuando era titular para estar de punta en blanco cuando haya la oportunidad. De paso pareció haber escuchado algunos buenos consejos de Ancelotti sobre la forma de finalizar las jugadas. En el primer gol cruzó el balón con serenidad, en una finalización ortodoxa; el segundo fue una virguería muy del fútbol sala, donde empezó, como todos en Brasil. Siempre tuvo velocidad endiablada, entusiasmo y regate. Le faltaba ver el pase y ver el gol. Si lo consigue, el Madrid tendrá en él por fin un delanterazo para muchos años. Y Ancelotti, una medalla.