El gran rival de Nadal es Müller-Weiss

El mayor rival en la carrera deportiva de Rafa Nadal no ha sido Roger Federer, con quien exhibe un claro balance favorable de 24-16. Ni tampoco Novak Djokovic, con quien tiene un cara a cara en contra, aunque ajustado: 28-30. El mayor rival tiene nombre de delantero del Bayern o de atleta de la RDA: se llama Müller-Weiss. Así se conoce el mal que tortura a Nadal desde los 18 años y que le ha obligado a parar en la presente temporada. La enfermedad, congénita y crónica, es una anomalía del desarrollo del escafoides tarsiano, un hueso fundamental en la pisada. Según explicaba el doctor José González en AS, este síndrome no tiene intervención quirúrgica. Hasta ahora ha podido enfrentarse a él gracias a unas zapatillas y unas plantillas correctoras. También a su capacidad de resistir el dolor. El principal problema para Rafa es que este trastorno es degenerativo, empeora con la edad y, en su caso, es muy probable que se haya acelerado con el esfuerzo físico. La única solución apunta ahora a una terapia conservadora, a un largo reposo. Una palabra que es la antítesis del deporte.

Müller-Weiss ha sido el gran rival, porque el dolor no se ha limitado al pie. Ahora que han transcendido los detalles, su historial de lesiones toma sentido. La modificación de sus puntos de apoyo ha afectado a otras articulaciones, especialmente a las rodillas y los tobillos, males constantes en su trayectoria. Si sumamos todos los periodos de baja de Rafa, la inactividad se acerca a los cuatro años. Una barbaridad. Y de ellos, la mayoría se debe a este síndrome y a sus consecuencias colaterales. El tenis tiene un calendario altamente exigente. Federer y Thiem acaban de anunciar también que cierran la campaña 2021. Otros campeones como Murray y Del Potro buscan desde hace tiempo un retorno imposible. Visto lo visto, bastante ha aguantado Nadal. Y bastante lejos ha llegado.