Los equipos invitados son indispensables
La segunda etapa de la Vuelta fue la típica etapa del principio de las grandes vueltas ciclistas. Escapada de corredores de equipos invitados, que saben que al esprint no tienen ninguna posibilidad de lograr la victoria y que lo tienen que intentar desde lejos, como hizo en 2019 Ángel Madrazo en Javalambre. Estos equipos, que hoy han sido protagonistas, son indispensables en la Vuelta y están bien invitados a participar. Pero llegar a meta en cabeza era prácticamente imposible siendo solo tres corredores, por lo que el resto ya lo vimos, fuga neutralizada y llegada al esprint con muchos equipos interesados.
Lo de Aranburu tiene mucho mérito, ha pasado segundo por el esprint intermedio y en meta ha intentado ponerse líder, pero tampoco es una cosa que le quite el sueño a Roglic, que ha librado la caída producida a 4 kilómetros de meta en la que afortunadamente ningún favorito se ha visto implicado.
Lo que viene ahora ya es otra película diferente. En la tercera etapa veremos las verdaderas diferencias entre los favoritos, quiénes llegan bien y quiénes lo hacen justos. Se viene un puerto en el que el aire jugará un papel fundamental. Habrá una escapada, solo falta por comprobar quien coge la responsabilidad y ver si Roglic la deja escapar, si decide perder el liderato, o si de lo contario, deciden jugársela entre los favoritos.