Hazard: a la tercera va la vencida
Le ha costado tres veranos comprenderlo, pero al fin el belga se ha presentado tras el periodo vacacional con pinta de profesional. Más vale tarde que nunca. Después de dos intentos fallidos, Hazard apareció en Vitoria con la pinta de crack con que sueña la afición del Real Madrid. Estuvo activo, moviéndose por todo el flanco de ataque y demostrando que su sociedad con Benzema puede dar muchas alegrías. Aguantó alguna tarascada sin problemas y, hasta que Ancelotti le dio descanso, se le vio disfrutar en el terreno de juego. Todavía está lejos del futbolista que la rompía en el Chelsea, pero su puesta en escena invita al optimismo.
Es verdad que ha tenido muy mala suerte con las lesiones desde que llegó, pero también es una realidad que ha dado demasiadas veces la sensación de cierto pasotismo que mosqueaba al personal. Por eso su buen partido ante el Alavés puede significar un punto de inflexión y una llamada a la esperanza. Después de un verano canino y con la sensación de que el personal anda alicaído, la posibilidad de que Hazard se acerque al de la Premier puede levantar la moral. Conviene ser prudentes en el análisis, pero la realidad es que ver en la primera jornada a Hazard con más hambre en el campo y menos apetito fuera es una bendición para Ancelotti y para Florentino.