Bale, Benzema, Hazard... y Vinicius

La primera alineación de Ancelotti reunió en el ataque al regresado Bale y a Hazard como acompañantes de Benzema. Atrás mantuvo la pareja de centrales Militao-Nacho, que tan buen resultado dio el curso pasado, cuando la necesidad les hizo cargar con la tarea, desplazando a Alaba al lateral izquierdo el día de su estreno. En la media, la ausencia forzosa de Kroos no la cubrió Isco, sino Valverde. Decisiones significativas, sobre todo las del ataque. Bale y Hazard son dos hombres de los que el madridismo esperó sucesivamente mucho, y en ambos casos las expectativas han sido defraudadas. Ancelotti quiere remediar eso.

Y les vi a ambos con buen aire. Hazard, visiblemente más delgado, se mostró activo, pidió el balón, arriesgó, pisó el área. Al otro lado, Bale lució su aire de purasangre inglés y amenazó con sus disparos. Con esa salud y esa disposición, componen junto a Benzema (que ha vuelto lúcido, como se marchó) un buen ataque. La pena es que los dos fueron perezosos para retroceder y dejaron demasiadas veces a sus respectivos laterales, Lucas y Alaba, enfrentados a dos rivales. El Alavés, que jugó con ánimo y seguridad, llegó con peligro por los costados varias veces. Una de ellas estuvo muy cerca de ser gol o penalti.

Pero el Madrid tenía más y los goles que no llegaron en la primera parte aparecieron con prisa en la segunda: tres en un cuarto de hora, dos de Benzema, que este curso puede hasta pensar en el Pichichi, y el otro de Nacho. El partido parecía cerrado, y en realidad lo estaba, pero Militao le devolvió la emoción con una mala cesión a Courtois que acabó en penalti y gol. Eso dio lugar a cierta llamarada del Alavés, que pese a su buen juego no pudo hacer daño. Mientras, Ancelotti hizo cambios que le permitieron a Vinicius reivindicarse, con varias escapadas y hasta un gol, a pase de Alaba, que mejoró así su partido, bastante gris.