Lo que va de Pedrito a Chiellini
La UEFA eligió, mediante un comité de expertos entre los que están los españoles Aitor Karanka y Ginés Meléndez, además de nuestro viejo conocido Capello, el mejor once de la Eurocopa. Está Pedri, cosa muy de celebrar. No creo exagerar si digo que ha sido la revelación del curso europeo. Apareció en un Barça muy confuso, enfermo de todo lo posible. Se hizo un hueco enseguida, Messi lo distinguió como nuevo socio preferente, y lo jugó todo y bien. En la Eurocopa de nuevo lo ha jugado todo, de nuevo bien, hasta merecer aquel elogio de Luis Enrique, que alabó que a sus 18 años estuviera por encima de lo que llevaba hecho ‘Don Andrés Iniesta’ a esa edad.
Un chaval joven y leve, ‘peso lástima’ si se dedicara al boxeo. En la Eurocopa le han buscado para intimidarle. Desde su inferioridad física, ha aceptado la crudeza del fútbol de adultos, ha soportado las entradas sin queja y ha sabido ir de menos a más, hasta hilar ese fútbol tan suyo, casi espiritual, con un ritmo constante, sin apagones. Lejos de la sombra protectora de Messi, ha llevado los hilos de una Selección que ha sorprendido en la Eurocopa. Su déficit es que no ha dejado ni un tiro a puerta, algo que habrá de corregir. Tampoco Iniesta era un gran chutador, aunque anotó en ocasiones particularmente felices, como ante el Chelsea y Holanda.
Lo que me ha desagradado ha sido la ausencia de Chiellini. Nada contra Maguire, colocado como pareja de Bonucci, pero la jerarquía de Chiellini me ha parecido imponente. No es un estilista, no es veloz, pero ha desplegado toda la ciencia del fútbol defensivo. Tiene un físico que un amigo carabanchelero define como ‘cuerpo escombro’, pero llega donde debe. No hace nada que no sepa y ‘pinta la raya’ con severidad. Una de las muchas cosas que me gustan del fútbol es que se puede llegar a la excelencia jugando como Pedri o como Chiellini. No parecen pertenecer a una misma especie animal, pero ambos son futbolistas grandiosos.