'A dioses' con lágrimas
Hace unos días, Manu, un niño de seis años, socio del Real Madrid desde que nació, en el año del minuto 93, le preguntaba llorando a su padre por qué se iba Sergio Ramos. El adiós de algunos futbolistas que han dado tanto a tu equipo es muy triste. Se va una parte de tu vida.
En los últimos 50 años el primero en mi memoria por el que he tenido ese sentimiento de pena y gratitud fue Gento, que en su segundo homenaje, en 1972, marcó de penalti contra Os Belenenses, jugando Eusebio, la Pantera Negra, con el Madrid. El portero rival era el padre de José Mourinho. Nadie ha ganado lo que La Galerna del Cantábrico, 12 Ligas y 6 Copas de Europa. Amancio, el gallego brujo y sabio, y Pirri, pulmón y pundonor, ganadores de la sexta. Benito, hacha brava. Juanito, illa, illa, illa. Santillana, el que volaba y se suspendía en el aire para cabecear, y Camacho, todo coraje y entrega, se retiraron con un año de diferencia, en la última jornada de Liga, ganándola. Butragueño, que paraba el tiempo a la vez que el balón, autor de cuatro goles en un partido en el Mundial de México, sigue en la casa blanca poniendo pausas. Míchel, con carácter blanco a flor de piel, se fue llorando y besando el césped del Bernabéu. Buyo, brigantino del 12-1. Chendo, con el cielo en su rodillera. Sanchís, el único de la Quinta del Buitre que ganó la Champions, y lo hizo dos veces para todos ellos. Roberto Carlos, con un cañón en su pierna izquierda, se despidió ganando la Liga del Clavo Ardiendo en el último partido.
Adioses extraños, como el de Fernando Hierro, futbolista poderoso, que también se fue ganando la Liga, y quizá, asumiendo responsabilidades más allá de lo que la capitanía le obligaba. Guti, 24 años de genialidades blancas. Raúl González, el más listo, el que siempre respondía, el que más partidos ha jugado con el Real Madrid. Estuve en Zaragoza en su último partido y vi el último balón que tocó como jugador del Madrid; fue gol. Iker Casillas, el mejor portero de la historia, el 'dios' más humano, el que jugó en el Madrid desde los nueve años y al que maltrató el dedo de la soberbia. Cristiano, el máximo goleador. Y por supuesto, Sergio Ramos, que ya está en el Olimpo de los a dioses con lágrimas y agradecimiento. Hasta pronto, capitán.