El fútbol español jugado para el futuro

El fútbol se ve de otra manera con un nieto al lado. El fútbol en general y el fútbol español en particular. En primer lugar, porque somos españoles, y porque es imposible sustraerse al hecho de que ya estos futbolistas que se juntan, por ejemplo, con Busquets, son jugadores de otra era, que es también la era de la explicación.

Ya no están ni Piqué ni Ramos, a los que se deben los servicios muy bien prestados. El suyo fue un fútbol muy premiado, porque generaron, con el auxilio prestigioso de Luis Aragonés y de Vicente del Bosque, una manera de expresar la necesidad de relacionarse de otra manera en el campo e incluso en la calle, en la estima por este deporte que obliga a tanta responsabilidad, y no tan sólo táctica, sino humana, civil.

Ha habido en este campeonato, algunas explicaciones públicas emocionantes de cariño entre los jugadores y de responsabilidad de todos ellos en torno a los problemas, de salud o de juego, que han afectado a distintos compañeros. He visto todos los partidos con mi nieto, que tiene diez años, es del Real Madrid y de la Selección, y noté en él ese respeto que merecen el esfuerzo y el juego, que son parte del fútbol y, también por eso, de la vida. El futuro del fútbol merece este respeto con el que ahora nacen al juego gente como Pedri o como Llorente. Es una nueva era, y está empezando.