Los mal pensados esperaban algún ex del Real Madrid o de la selección de Brasil dirigiendo al Real Valladolid en Segunda División, pero la sensatez ha ganado esta partida. Pacheta es el mejor entrenador que el club pucelano podía contratar para regresar a la categoría de oro del fútbol español. Estoy seguro de que no tratará a sus futbolistas como estrellas de Hollywood, todo lo contrario... Fue futbolista del Espanyol, del Numancia, entre otros equipos. Nadie le regaló nada y tuvo que ganarse cada segundo sobre el campo, porque nunca fue titular indiscutible, ni tampoco una estrella y sí un currante. Su carrera como entrenador, va por el mismo camino. Pacheta es el primer interesado en ascender y consolidarse como entrenador en Primera División, categoría en la cual sólo ha podido dirigir al Huesca unas pocas jornadas ya que con el Elche no le dejaron dirigir ni un solo partido, porque el dueño argentino se trajo a un amigo suyo para entrenar al equipo en Primera División.

 

Escucho a la gente preocupada por los futbolistas del Real Valladolid que quieren irse a otros equipos de categoría superior y abandonar el barco ahora que el club está en Segunda División. ¿Qué esperaban? La mayoría de estos futbolistas no tienen ninguna vinculación emocional con el club pucelano, sólo es uno más en su larga lista de equipos por los que han pasado. Por eso, de nada sirve retener a la fuerza en un lugar a quien no quiere ni le ilusiona estar. Hablo con los agentes de algunos futbolistas del Pucela y me dicen que el club se ha portado muy bien con ellos, pero que la situación actual no es rentable para nadie: ni para el futbolista, ni para el club. Todos le plantean al Real Valladolid una cesión a un club de Primera División con opción de compra como el caso de Budimir en el Osasuna-Mallorca.

 

Yo dejaría salir a quien no quiera estar y, como dijo Pacheta, me quedaría con los que quieran quedarse. Vendrán los futbolistas cedidos, a ellos seguro que les hace ilusión luchar por ascender a Primera División y a los canteranos del Promesas que han hecho una gran campaña de la mano de Javi Baraja, también. La misión ahora debe ser sacar la mayor rentabilidad económica a los futbolistas que no quieren vestir la camiseta blanquivioleta en Segunda División (Olaza, Shon Weissman, Marcos André, Roque Mesa,Orellana...). No necesitamos estrellas de Hollywood en esta categoría de plata y sí guerreros con el cuchillo entre los dientes dispuestos a dejarse el alma en cada partido por lograr el objetivo del ascenso, que sientan el escudo y que muestren con orgullo la camiseta del Real Valladolid.