Saltó el tapón, como dijo Luis Enrique
“Cuanto mayor es el caos, más cerca está la solución”, me dijo Sacchi cuando empezaba su tarea en el Atlético y todo apuntaba a gran desastre. Movió esa ficha y me dejó pensando. Luis Enrique dijo en las declaraciones pre-partido tener la sensación de que el tapón del cava ya estaba a punto de ceder. Bueno, pues pasó. Del caos de la última media hora ante Polonia salió el orden y el tapón por fin saltó y derramó el cava. Modificó el equipo (cinco respecto al primer día, cuatro respecto al segundo) y, ayudada por la debilidad de Eslovaquia y por la motivación que inyectó Van der Vaart, España se apuntó la goleada de la Eurocopa.
A punto de terminar la tarde éramos incluso primeros de grupo. Al final, segundos, no está mal. Fue clave el regreso de Busquets, cuya jerarquía mejoró mucho el juego de España. Hubo menos pase horizontal. Bien Sarabia y también Azpilicueta. Se insistió en la presión rápida tras pérdida y a eso se añadió más intención en el ataque. Con todo, el gol aún se resistía: a Sarabia y Pedri se les escaparon dos ocasiones muy claras y Morata falló un penalti. Hasta que por fin saltó el tapón, cuando el meta eslovaco se palmeó el balón dentro de la portería tras un tirazo de Sarabia al larguero que subió cinco metros y bajó verticalmente.
Y llegaron más goles, uno de pizarra precioso, en combinación Sarabia-Pedri-Sarabia-Ferran. A partido resuelto, Luis Enrique dio descansos a unos y oportunidades a otros, entre ellos Adama Traoré, saludado con un entusiasmo que devolvió con algunas de sus escapadas. Tarde feliz, sin más sombra que nuevos pitos a Morata cuando fue sustituido (sus declaraciones cayeron mal) pronto sofocados con aplausos. Busquets habló a la cámara conmovido, recordando lo que ha pasado días atrás. Ahora nos espera Croacia en Copenhague el lunes a las 18:00. Más allá asoman pirañas, pero hoy toca disfrutar y pensar en Croacia.