La polivalencia de Alaba
Fichaje
David Alaba llega como primer refuerzo para el Real Madrid. Aterriza con la carta de libertad, ya que acababa contrato con el Bayern y era una gran oportunidad de mercado que se ha podido aprovechar. El futbolista austriaco es capaz de asumir muchas posiciones dentro del terreno de juego y hacerlo con un gran rendimiento debido a sus excepcionales cualidades, tanto físicas como técnicas.
Versatilidad
Vamos a hablar de su evolución a nivel posicional. En fútbol formativo y en el comienzo de su carrera profesional era un atacante que alternaba las posiciones de extremo y de mediapunta, donde destacaba por su capacidad para la conducción, el desborde y su gran disparo. También por su velocidad. Su aparición en el primer equipo del Bayern fue como volante o acompañante del mediocentro, ocupación que, ocasionalmente, ha vuelto a desempeñar en los últimos tiempos. Y aunque como volante es un excelente jugador, su explosión definitiva y su salto de calidad en la superelite lo dio desde el lateral izquierdo. Un lateral que puede hacer absolutamente de todo en el verde. Es fuerte, rápido, agresivo, tiene uno contra uno, profundo por fuera y extremadamente peligroso por dentro debido a su conducción y a su disparo. Ha estado durante unas cuantas temporadas entre los tres o cuatro mejores de Europa en esa posición.
De central
La necesidad y el destino quisieron que tuviera que desempeñar como central desde el curso pasado y su rendimiento también fue bueno. Yo creo que es mejor lateral que central y me voy a explicar. Las situaciones defensivas en el eje de la zaga las resuelve por condición, pero no por concepto. Sus distancias de relación no son buenas, sus perfiles en las marcas e incluso sus vigilancias. Lo que ocurre es que es tan poderoso que consigue salir airoso de casi todas. Creo que, si va a jugar como central en el Madrid, debe hacer un trabajo exhaustivo en aprenderse el oficio en lo que se refiere al trabajo defensivo.
Inicio de juego
Con balón es una maravilla de jugador. Sale de la presión como quiere y jamás se siente presionado. Elimina rivales en conducción, tiene pase por dentro y un desplazamiento en largo exquisito, además de una gran comprensión del juego y buen balón parado. Ahí radica su fortaleza, además de la corrección a campo abierto, por lo dicho: sus condiciones.