La baja de Krychowiak condiciona a Polonia

Un rol diferente. A Polonia le tocó llevar la iniciativa en el partido que perdió por 1-2 ante Eslovaquia. No es un equipo excesivamente acostumbrado a ello, pese a que desde la llegada de Paulo Sousa ha mejorado en este aspecto y ha entrenado mecanismos para poder ser más protagonista, como la salida de balón con tres centrales. Pese a ello, lo más lógico es que ante España se repliegue y tenga muy poca posesión, potenciando el recurso de las transiciones que era su seña de identidad antes de que asumiera el banquillo el técnico luso.

Costará sustituir a Krychowiak. La expulsión del exjugador del Sevilla fue decisiva ante Eslovaquia, ya que cortó la reacción de una Polonia que acababa de empatar y que parecía mandar en el campo. Supllirlo frente a España no será fácil, ya que no hay en la convocatoria ningún otro medio centro defensivo que acumule tanta experiencia en el primer nivel internacional. Podría entrar Przemyslaw Frankowski, que juega en el Chicago Fire, o el joven Jakub Moder, al que el Brighton firmó en invierno procedente del Lech Poznan. El primero es más específico para la posición, pero el segundo, que es más dinámico y polivalente, posee más nivel. Tampoco sería descartable que Paulo Sousa reforzara la medular y actuaran juntos los dos.

Lewandowski y la segunda línea. Es indiscutible que el formidable delantero del Bayern representa la principal amenaza. En los partidos previos a la Eurocopa, Sousa lo acompañó con Milik o con Piatek, formando con una delantera de dos atacantes puros. Las lesiones de estos dos últimos le llevaron a plantear un esquema diferente ante Eslovaquia, dejando al crack del conjunto bávaro como única referencia y apoyándolo con las llegadas de segunda línea de Piotr Zielinski. En esa zona de tres cuartos de campo presenta Polonia sus mejores elementos más allá de Lewandowski: Klich ha jugado a un buen nivel en el Leeds United y Linetty, que lleva cinco temporadas en primera división italiana jugando bastante, viene de marcar en el partido inaugural.

Lewandowski, la gran estrella de Polonia.

La profundidad de las bandas. Aunque en fase defensiva a menudo pasa al 4-4-2, la disposición en ataque de Polonia se asemeja a un 3-5-2. Las figuras de los carrileros son importantísimas, ya que aportan vértigo y buscan abrir el campo para acabar tirando centros a la cabeza de Lewandowski. Rybus, en el costado izquierdo, es un jugador más acostumbrado al ida y vuelta ya que su carrera la ha desarrollado más como lateral; Jozwiak en la derecha es más un extremo, por lo que suele requerir ayudas a su espalda por parte de Bereszynski.

La lentitud de los centrales. Los zagueros que juegan más cerca del portero Szczesny, Bednarek y Glik, son muy poderosos en el juego aéreo, pero tienen dificultades a su espalda y a la hora de girar.

Swiderski, el revulsivo. El delantero de 24 años del PAOK se ha quedado como segunda opción en ataque y es el punta por el que apuesta Paulo Sousa cuando tiene que arriesgar. Viene de alcanzar la cifra de 11 goles en dos temporadas consecutivas en la liga griega.