Una nube negra sobre Sergio Ramos
Francamente, no me choca que Sergio Ramos no esté en la lista para la Eurocopa. Desde enero ha empalmado lesiones y COVID, apenas ha jugado y las tres semanas de aquí al comienzo del torneo no dan para ponerle a punto. No cabe sospechar de Luis Enrique: le llevó a la última convocatoria y de tres partidos sólo pudo jugar la mitad del primero y unos minutos del último, arañando dos partidos para su récord. Pero llevarle a la Eurocopa era un cante. Lástima, porque ha sido jugador ejemplar, líder de entusiasmo contagioso. Hubiéramos querido, por él y por el fútbol español, que ganara su récord. Quizá haya ocasión, pero más adelante.
Su ausencia causa revuelo, multiplicado por la rareza de que no hay ni un madridista. Carvajal y Lucas Vázquez están lesionados, Asensio e Isco han hecho una temporada penosa. Quedaba Nacho, defensa comodín en gran forma que sí debería haber tenido sitio en una lista de 24 que pudo ser de 26. Más si se piensa lo coja que anda la lista por el lateral derecho, pues Marcos Llorente es un interior o ala, pero no lateral. Choca que no esté Navas (ni nadie del Sevilla en la gran temporada del club). Otro con motivos para sentirse desairado es Iago Aspas, gran atacante en gran momento. Entiendo peor estas ausencias que la del capitán.
En cuanto a Sergio Ramos, se encuentra en un mal paso. Forzó la partida de poker de la renovación con Forentino y se equivocó. No sólo le han llovido las lesiones, es que además el Madrid se ha acostumbrado a ganar sin él (y con Nacho, por cierto), cosa que antes no pasaba. Capitán del Madrid y de la Selección, ahora tiene un pie fuera de ambas. Luis Enrique tuvo la deferencia de llamarle la víspera y ayer dijo tenerle en sus planes de futuro. Más frialdad encuentra en el Madrid, que ya tiene a Alaba. Dentro de unos años, cuando ya esté retirado, recordaremos su carrera con reverencia. Hoy duele verle cubierto por una nube negra.