Acabó la Liga, Bordalás espera

El Valencia bajó el telón en Huesca a una Liga para olvidar y, a su vez, para tenerla muy presente. Poco bueno hay que contar, de ahí que el curso en sí sea para mandarlo donde al virus. Solo el crecimiento de Correia o Racic, la aparición de Yunus, el liderazgo de Gayà y Soler, el resurgir de Guedes, que acabó siendo el mejor del peor Valencia en el que ha estado… y poco más. Desde antes de comenzar la Liga se sabía que el Valencia no estaría donde su historia manda, esa que maltrata Lim, y acabó sufriendo como jamás debería haberlo hecho, la verdad. Este proyecto nació mediocre y rozó el esperpento. La decepción con Gracia fue un hecho, un entrenador que pasó de la comprensión de los aficionados por las piedras que le pusieron en su camino a desesperarles por el poco rendimiento que sacó a lo que tenía. Voro acabó saliendo otra vez al rescate (7 puntos de 12) y aquí paz y después… pues ya veremos.

En pocos días conoceremos en qué manos cae el Valencia. Su banquillo, claro, porque el club sabemos en cuáles está. Todos los caminos llevan a las de José Bordalás. De hecho, a estas alturas de negociación, la noticia sería que no fuera él entrenador.Bordalás ya quiso recalar en Mestalla hace un año y lo vivido por Gracia no le ha echado para atrás. Espero que sea porque piensa que (con lo que le dejen en el vestuario) lo hará mejor que su homólogo el navarro, porque si piensa que él cambiará en algo a Peter Lim, empezaríamos mal. Bordalás tiene que llegar a Mestalla con fe absoluta en su trabajo, en su capacidad para hacer un Valencia ‘bronco y copero’ con lámparas o sofás, pero sin pensar que Lim va a convertirle los peces en panes. Pero tiene Bordalás mucha gente por Valencia (y su casa en Alicante) y no creo que le pille despistado lo que pasa por Mestalla. Así que si Bordalás acepta el reto (que salvo sorpresa lo hará el lunes) lo hará con conocimiento de causa y, sobre todo, con ganas de hacerlo. Eso si, aún dando por asumido que sabe bajo qué órdenes va a trabajar, si no le marean, si no le mienten, mejor que mejor.