Pase lo que pase, el Pucela debe terminar con dignidad
La imagen que el Real Valladolid dejó en Anoeta fue indigna de un equipo de futbol profesional, juegue en la categoría que juegue. Más que el resultado en sí, más que la clasificación que quedó tras el partido, lo que ha escocido a la afición vallisoletana es la indolencia y la poca garra demostrada ante una Real Sociedad que estaba toreando a los de Sergio González. Y dada la situación existente y las pocas posibilidades que hay de conseguir el objetivo de la salvación, al menos, lo que se le pide a este equipo es que salga a morir y termine la temporada con dignidad. Si hay algún jugador que se deje llevar, que crea que no merece ni la pena intentar ganar al Atlético, no debería volver a vestir la camiseta del Valladolid nunca más. Nada va a compensar el desastre pertrechado. Nada hará que los aficionados olviden ni pasen por alto la forma en la que en todo el club, entrenador, jugadores, técnicos y directivos han dejado morir el proyecto. Nadie ha puesto remedio a lo que se avecinaba. Culpable principal quien impidió la toma de la decisión fundamental: Ronaldo.
Pero lo mínimo que se pide es que el equipo salga a ganar. Independientemente de que el Huesca no pierda y de que el triunfo no sirva para nada, el Valladolid tiene que tratar de acabar siendo protagonista de la Liga. No creo, a estas alturas ya, que mañana sean víctimas de ningún ataque de ansiedad los jugadores. Ese momento ya se vivió en Anoeta. Ahora es cuestión de demostrar dignidad, valentía y el carácter y la profesionalidad que no se vieron en San Sebastián.
Estamos a punto de que termine una temporada de infausto recuerdo. Uno de los objetivos debe ser no terminar en el último lugar. No solo por el dinero que supone para el club sino para no aumentar la sensación de infierno al desenlace de la campaña. Y pase lo que pase, dignidad y comportamiento correcto de los aficionados que vayan a estar en los aledaños del estadio durante el partido. Sean del Atlético o del Valladolid. Ya el lunes habrá tiempo de hacer balance, aunque se ha hecho de sobra a lo largo de esta semana. Ya habrá tiempo desde el lunes de pedirle cuentas a Ronaldo, cabeza visible del club, de ver quien sigue y quien se va. Ahora se trata de terminar sin más drama. De tener la fiesta del título o de la permanencia o el duelo del descenso en paz.