Florentino, Joan, Enrique y el VAR, gracias

Vaya final de Liga nos están regalando el Atlético, el Barça, el Real Madrid y el VAR. Nuestros neurotransmisores están de subidón después de la victoria de los colchoneros y de los blancos y del empate de los culés. Este final de campeonato recuerda a la Liga del 71 con tres aspirantes a ganarla: Atlético, Barça y Valencia. Los dos primeros se enfrentaban entre sí y el Valencia jugaba contra el Espanyol. Solo tenía que ganar o que Atlético y Barça empataran para ser el campeón de Liga. Así pasó, empataron y un aguerrido Valencia consiguió el campeonato 24 años después. En esa ocasión, la afición salió a la calle por un bonito motivo.

Apesar de la grandeza de la emoción, lo que está ahora de moda son los árbitros, el VAR y las manos gracias al grito desgarrado del Real Madrid después del penalti señalado a Militao. Si le roban o le pitan un penalti a un equipo de clase media o baja no pasa nada. Si por el medio están Militao o Lenglet ya la cosa cambia. Recuerdo la temporada 19-20 comentando el Levante-Real Madrid en el Ciutat de València cuando Doukouré dio una patada al aire que acabó en penalti a favor del Real Madrid y que incluso el superdotado oído de Carvajal escuchó el sonido de ese patadón. Los que estábamos allí veíamos una y otra vez la repetición del VAR, movíamos la cabeza como si fuéramos unos verdaderos contorsionistas para ver si podíamos vislumbrar un pequeño roce entre la punta de la bota de Doukouré y la pierna de Casemiro. No vimos nada. Y nada fue lo que pasó al día siguiente. Bueno sí, el Levante perdió contra el Real Madrid 1-2 gracias a ese penalti, que le supuso no sumar un puntito que le hubiera venido muy bien para sufrir un poquito menos esa temporada y el pobre Doukouré acabó con una rotura de ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda que le ha dejado más de un año sin jugar. De la mano de Militao se sigue hablando hasta hoy. Y cuando termine la Liga si el Madrid no la gana se seguirá comentando la injusticia de ese penalti.

Aellas les pasa lo mismo. Llevo varias temporadas observando los arbitrajes en la Liga Iberdrola y son para echarse a llorar. No todos, hay árbitras muy buenas pero hay otras que sufren fuego amigo con sus propias auxiliares. Recuerdo la semifinal de la Supercopa de España de 2020 que por motivos de COVID se jugó el pasado 13 de enero entre Atlético de Madrid y Barcelona. La colegiada se tragó dos penaltis clarísimos a favor del Barça y unos cuantos fueras de juego. El Barça terminó frustrado y perdiendo esa semifinal contra las rojiblancas que acabaron ganando la final contra el Levante. En la Liga Iberdrola el Barça, que juega al borde del fuera de juego, sufre constantes agravios pero no les afecta demasiado porque son muy superiores en una liga regular. De hecho, faltándole 8 partidos por jugar, ya son campeonas de liga sin perder un solo encuentro. Es cierto que las árbitras necesitan partidos para coger experiencia y tener el nivel que los equipos exigen. Poco a poco hay una mejoría pero a costa del sufrimiento de algunos equipos. Quizás esto se podría arreglar si también pudieran jugar con VAR (o no) #366historiasdelfutbolmundial. Gracias Alfredo.