Dos partidos, dos palizas

Dos partidos, dos palizas. Así va la andadura del Real Madrid en el playoff de la Euroliga. El Efes es demasiado Efes para este Madrid. No hay más. Esa es la realidad actual del equipo blanco, dicho con todo el respeto hacia un grupo que lo ha ganado todo, que ha practicado un baloncesto brillante, que ha sobrevivido a diversas adversidades, que ha crecido de la mano de un técnico, Pablo Laso, ya histórico. Cada vez queda menos de ese esplendor, es lógico. La plantilla se hace mayor, con jugadores ilustres tocados físicamente; con figuras decisivas que se han ido en plena temporada, Campazzo y Deck; con una colección de bajas por encima de la media… El Madrid, equipo orgulloso, ha superado muchos de estos problemas, se ha agarrado con relativo éxito a lo que tenía. El pase a cuartos se complicó, pero tiró principalmente de Tavares y Deck, que mantuvieron el nivel. El pívot, saturado de minutos, mermado, no compareció este jueves ante el Efes. El argentino, ya saben, voló a Oklahoma para iniciar su aventura NBA, cuando aquí era el segundo peor pagado. Las alternativas se esfuman.

El Madrid todavía no está eliminado, pero hay poca esperanza de remontada, porque la desigualdad es enorme. El pasado martes aguantó al menos durante la primera mitad, pero este jueves ni eso. En la Liga ACB sí camina firme, aunque habrá que ver qué pasa cuando lleguen los cruces. En Europa perdió sus seis partidos ante los rivales españoles. Los de Laso seguirán peleando, lo llevan en su ADN, pero también es el momento de pensar en esta temporada como la de una transición ineludible hacia un nuevo Madrid. Ya ha dado algunos pasos para el próximo curso con los fichajes de Heurtel y Henry, además de Poirier. Dos bases en una posición donde tiene excedente y un gran pívot para descargar a Tavares. Para competir en la Euroliga contra ogros como el Efes, necesita más. El cambio es inevitable.