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Ese gol de Mariano…

Los últimos de Filipinas.- Sólo un equipo de perfil estajanovista puede sobrevivir a la ausencia de su defensa titular entera (Carvajal, Ramos, Varane y Mendy), más la del lateral derecho y central suplentes (Lucas Vázquez y Nacho), sin olvidar al muro de la medular (Casemiro), su relevo natural (Valverde) y el teórico jugador franquicia del proyecto (Hazard). Y si les parecen pocos garbanzos para el cocido, añadan las suplencias de Kroos (el compás) y Benzema (el martillo del ataque), tocados tras la exitosa batalla de Anfield. El Madrid se presentaba en el Coliseum ante los soldados de Bordalás como el destacamento español que resistió heroicamente 337 días en la iglesia de la aldea de Baler (del 1 de julio de 1898 al 2 de junio de 1899), ante la acometida de los filipinos insurrectos que luchaban por la independencia del país asiático. La leyenda los conoce como Los últimos de Filipinas. Ya se sabe que los obstáculos en la vida nos hacen madurar, los éxitos te hacen crecer y los fracasos te obligan a reflexionar. El Madrid de Zidane ha vivido esta temporada instalado en los tres estados, pero la primera fase es la que se ha impuesto a base de golpear donde más duele. Las lesiones son en el fútbol como era para los niños de mi generación el hombre del saco. Incluso aunque nunca lo terminases de ver, siempre lo temías. Y en el caso de los blancos la pesadilla se ha hecho realidad dejando más de 50 lesiones, a las que hay que añadir las ausencias forzadas por dar positivo en coronavirus. Sólo Courtois y Vinicius se han librado de engrosar el currículo de la enfermería de Valdebebas, aunque el crack brasileño sí se perdió un partido en Ipurua por una indisposición estomacal. Todo esto no es para justificar el empate con gafas ante el Getafe (0-0), sino para explicar que a veces en la vida hay que racionalizar la exigencia antes de caer en la crítica ventajista.

Y encima, el VAR.- Por si éramos pocos, llegó el VAR y puso su cucharadita de aceite de ricino a los blancos con una decisión que puede ser determinante en el curso de lo que queda de Liga. A los ocho minutos, Militao envió un buen balón largo a Mariano, que se fue solo, eludió a David Soria en su salida y definió con calidad. Era un 0-1 que hubiese dado alas al equipo que viene de tumbar al Liverpool y al Barça. Pero Munuera Montero, el hombre del VAR, trazó unas rayas chapuceras para justificar la anulación de un gol que legal. Como bien dijo Álvaro Benito en el Carrusel, el momento que el VAR selecciona para justificar su decisión es una toma en la que el balón ya ha salido de la bota de Militao rumbo a Mariano. Eso no vale. Debe cogerse el frame del momento del golpeo del balón. Y ahí Mariano estaba habilitado. Me parece muy grave. Desde aquí pido que se cree la figura del ‘Contra-Var’ para corregir al árbitro del VAR cuando este tenga errores de semejante calibre. Si ese gol de Mariano llega a subir al marcador...

Tibu, un gigante.- Con un once con tantas bajas (sólo jugaban cuatro titulares: Courtois, Modric, Asensio y Vinicius), tampoco es cuestión de rasgarse las vestiduras por haber dejado volar dos puntos. Y pudo ser peor. Courtois volvió a sacar su versión Anfield y dejó tres paradas antológicas. El IBEX-35 del belga está en sus valores máximos y el madridismo reza para que no tenga ni un constipado. El mejor Courtois que hayamos visto nunca. Imbatible.

Futuro.- Quedan siete finales para soñar con la Liga 35. La cosa se complica, pero si la tropa de Zizou gana este miércoles en el Carranza y el sábado al Betis en Valdebebas cogerá mucha energía antes de la primera batalla con el Chelsea (27-A). El Barça, el Atleti y el Sevilla verán ese partido por la tele. No olvidemos eso. El Madrid es el que tiene más mérito de todos...