Los tapados van a continuar

Un mes y medio de competición jugando con regularidad ha sido suficiente para demostrar que ni Militao era un paquete ni Nacho el chico de los recados. La racha de partidos sin perder, encajando poquísimos goles, y la soberbia eliminatoria frente al Liverpool han cambiado el concepto que en todos sitios, incluso dentro del club, se tenía de los dos defensas. Cuando desapareció Ramos algunos aventuraron el Apocalipsis, pero éste no llegó. Después Varane pilló el COVID y volvieron más nubarrones, pero los dos centrales suplentones despejaron todo, incluso los malos presagios.

Es indudable que haber tenido continuidad en las alineaciones les ha hecho crecer en confianza, porque salir de parche ocasional y en condiciones normalmente apremiantes te expone mucho más. Por supuesto hay que dar valor a la protección que les ha ofrecido Zidane, juntando el equipo más atrás y poblando a veces la defensa, pero se ha hecho evidente que necesitaban jugar más para dar su verdadero nivel. Con este nuevo panorama el culebrón Ramos cambia a un canal menos importante porque, además, el club cree que Sergio ha decidido marcharse. Con Varane como jefe de la defensa; Militao, que tiene 23 años y un contrato largo; y Nacho, que ha visto que tiene sitio y puede renovar; sólo falta que llegue Alaba.