Ojo al Titanic y al Martes y 13

Tengo un buen amigo, periodista veterano que ha vivido mil batallas dentro del maravilloso circo del fútbol, que está obsesionado con las palabras, situaciones o cosas que puedan gafar el desarrollo de los partidos. Yo nunca creí mucho en eso de la mala suerte, los gatos negros, pasar por debajo de una escalera, el número 13... Pues eso. El Madrid ha aterrizado en Liverpool en un martes y 13. Y, para colmo, se ha alojado en el Hotel Titanic, cuyo nombre evoca un naufragio de dimensiones colosales e históricas. De hecho, en este día 14 se cumplen 109 años del aniversario de la terrible tragedia de ese formidable transatlántico británico.

Pero cuando estás en manos de un tipo como Zidane, que convierte los problemas en soluciones y los infortunios en lecciones de vida, conviene dejarse de milongas gafarronas y pensar que este Madrid está diseñado a prueba de icebergs y de maleficios diabólicos. El Liverpool le enchufó cuatro chicharros al Barça pese al 3-0 del Camp Nou y las bajas de Salah, Firmino y Keita. Por eso conviene mirar con respeto a la tropa de Klopp, un equipo que ocupa la medalla de bronce en el podio de la Copa de Europa (lleva 6, por 7 del Milan y 13 del Real Madrid). Las bajas de Ramos, Varane, Carvajal, Lucas Vázquez y Hazard no deben ser excusa. El Madrid puede remar río arriba con la cabeza alta y el ímpetu del novillero. Hoy solo cabe Puerta Grande o enfermería.