El Promesas entra por el cuello de la botella
Hubo una época, no tan lejana en el tiempo, en la que el Real Valladolid Promesas parecía un marrón. Con los problemas económicos que llegó a sufrir la entidad, que también padeció el propio filial, bastante tenía a veces con subsistir, aunque fuera en Tercera. Lo que es estar en Primera; de esa época oscura seguramente pocos se acuerden. Javi Baraja, que entonces era capitán del primer equipo, no será de los que lo hagan. Llegó a hablarse entonces de los que ayudaban a los jóvenes a los que Torres Gómez entrenaba.
Seis años y medio han pasado del último ascenso del filial, que ha vivido uno de facto al meterse entre los tres primeros y ganarse el derecho a competir en la futura Primera RFEF. Ya no es el mismo presidente el que paga la fiesta, y esta ni tan siquiera ha podido celebrarse por culpa de la pandemia, aunque no habría sido para menos. La ley del embudo que se aplicará a la Segunda B obligaba a estar ahí, aunque menos que a otros como el Numancia, el Depor, el Racing o el Marbella, proyectos más o menos fallidos y que ya no podrán aspirar a subir a Segunda.
Al contrario que estos, el Promesas ha entrado por el cuello de la botella. De nuevo con Baraja al frente, ha sido tan solvente como para hacerlo con una jornada de margen, algo que no muchos filiales consiguieron. De sus homólogos, se han metido en la nueva categoría otros seis, todos de clubes con un músculo económico superior... y entre ellos no están Atlético B ni Sevilla Atlético. No era fácil, en definitiva. Tampoco lo será la pelea por el playoff de ascenso a Segunda. Y sin embargo, los blanquivioletas cuentan con una candidatura con todas las garantías.
Celta B, Unionistas y Zamora han merecido estar donde están, aunque los dos primeros jugaron con fuego este domingo y estuvieron a un gol de quedarse fuera. Lejos de parecer favoritos al inicio de la temporada, fueron de tapados hasta alcanzar 30 puntos, los mismos que alcanzó el filial blanquivioleta. Con todas las espaldas en alto, no cabe ningún tipo de duda de que los de Javi Baraja pueden aprovechar esa igualdad inicial y repetir la clasificación del año pasado. Tampoco lo era subir en Somozas, y aquellos chicos a los que Baraja ayudaba lo hicieron, ni lo era el año pasado, y el resultado ya lo conocen. Lo difícil solo cuesta un poco más.