España sobrevive al bochorno italiano, Mingueza no
Italia llevó un partido Sub-21 a la guerra. Es difícil de creer, pero es así. Una cosa es la mentalidad italiana siempre competitiva y otra este ejercicio de faltas constantes y tarjetas amarillas y rojas permanentes. En dos encuentros en lo que va de Euro, Italia ha dejado ya cuatro expulsados. Una barbaridad. No tendrá apenas jugadores para su último encuentro de la fase de grupos ante Eslovenia, pero llega vivo de milagro y de eso viven los italianos, de imposibles y épicas. Futbolísticamente esta vez quedaron muy lejos de ser una selección capaz de meterle mano a España. Y eso que La Rojita se conformó con el empate desde el principio y no arriesgó hasta última hora. Ya vendrán días mejores.
Es indudable que estos torneos tienen un alto componente formativo, por lo tanto escuece aún más que se trate de frenar el talento con juego antideportivo. España no carburó como debía porque enfrente se encontró un campo de minas. De la Fuente lo entendió y fue quitando a jugadores de clase como Villar o Zubimendi para dar entrada a otros más potentes como Moncayola. Incluso con la sensación de que el empate era bueno, pudo lograr el gol de la clasificación a última hora. No pudo ser, por lo que deberá puntuar al menos ante República Checa el último día. Lo hará sin Mingueza, injustamente expulsado en medio del bochorno italiano.