Ocasión perdida en Las Gaunas
El Real Zaragoza desaprovechó una gran oportunidad en el Nuevo Las Gaunas para haber dado un paso de gigante hacia la permanencia, porque se enfrentó a un rival escasísimo y en caída libre desde enero, pero al menos se trae un punto que puede ser bueno siempre que el Jueves Santo se gane al Cartagena en La Romareda. Después de una primera parte calamitosa, con el viodeoarbitraje una vez más desnaturalizando el fútbol, Narváez acudió al rescate y firmó con su novena diana el mal menor del empate.
El Zaragoza se encontró al cuarto de hora con un gol en contra, en un penalti que el VAR primero y el árbitro después le regalaron al Logroñés, por un pisotón involuntario, y sin influencia en la jugada, de Jair a Nano Mesa, y anduvo a la deriva toda la primera mitad. Sólo Bermejo, con sus conducciones, intentó romper líneas en un equipo aragonés de fútbol lento y previsible. Toda su producción ofensiva se quedó en dos cabezazos altos de Narváez.
Tras el descanso, el Zaragoza se hizo con el mando y en una fase de inspiración pudo hasta haber ganado hasta el partido, pero el portero del Logroñés le hizo a Bermejo la parada de la noche, seis minutos después del gol de Narváez. En el último tramo, al equipo de JIM le faltó ambición y le sobró miedo a perder.