El tenista Paul Gascoigne

Exfutbolista, alegre, miedo a las serpientes, simpático, pescador y tenista. Así se define Paul Gascoigne, el nuevo concursante de La Isla de los Famosos, el reality de supervivencia de Italia. ¿Tenista? ¿Pero Hulio? Parece una de las famosas bromas de Gazza pero es cierto, el exfutbolista inglés es un gran aficionado al tenis. Asegura que es lo único que ve en la tele puesto que no soporta ver fútbol y pensar que nunca más va a volver a escuchar a la grada gritar: "There is only one Paul Gascoigne".

A sus 54 años, Gazza es un superviviente de verdad. Dos veces al borde de la muerte, sobredosis, ataques de pánico, bulimia, cleptomanía, adicciones de todo tipo y un severo problema con el alcohol avalan su historial psiquiátrico. Un juguete roto en toda regla en bandeja para la cruel prensa amarilla británica. Pero sobre todo es un hombre que sufre, que siempre confesó que el único lugar en el que se sintió seguro fue en un campo de fútbol. Por eso verle en programas de televisión festivos, con aparente buen aspecto, es una alegría para todos los que le tenemos en el Olimpo del fútbol.

Paul Gascoigne, durante un partido de la selección de Inglaterra.

Dice Gary Lineker que nunca vio a nadie amar tanto al juego como Gascoigne y que esa vulnerabilidad mental es lo que le hizo un genio. Cada lesión fue un tormento porque solo era feliz jugando al fútbol. Cuenta en su biografía que a los 13 años le empezaron a brotar numerosos tics y pensamientos oscuros alrededor de la muerte. Solo cuando un año después comenzó a jugar en serio en clubes menguaron. Los fantasmas se instalaron en su cabeza para siempre con su retirada. Pensar en la pelota de tenis con la que aprendió a jugar entre los ladrillos rojos y los contenedores de carbón de Newcastle le alivia.

Con esa pequeña pelota imitaba una y otra vez el recorte famoso de Johan Cruyff. Un cambio de dirección fantástico que esperamos que vuelva a imitar ahora con su vida después de años de locuras varias como cuando decidió retomar su hobbie de pescador, en una piscina de un hotel de Benidorm.