El Atlético dejó un mal retrato de LaLiga
Esperaba otra cosa del Atleti en Londres. Esperaba incluso que saliera adelante, o, en el peor de los casos, pensé que vendería cara su piel. Pero no. Jugó mal, sin clase y sin nervio. Aquel cuadro temible al que en noviembre ya veíamos campeón de LaLiga por la ventaja que les cobró al Madrid y al Barça se ha ido esfumando. Una crisis de resultados se tradujo demasiado pronto en una crisis de confianza y el siguiente paso fue, por proceso natural, la crisis de juego. Y en ese mal viaje le ha llegado esta eliminatoria, en la que ha sido peor que el Chelsea en Budapest y en Londres. Anoche fue a remolque y no hubo ni ocasión de ilusionarse.
Los clásicos llamaban ‘bache’ a ese periodo de temporada en el que, sin explicación clara, un equipo empieza a jugar peor. En eso está el Atlético, que ayer no encontró su velocidad de juego y acumuló imprecisiones en el pase. Frente a eso, un Chelsea simplemente correcto y saludable pasó el partido sin más inquietud que algunos tiros aislados de João Félix, de los que sólo el que llegó ya en el descuento tuvo peligro de verdad. Movido por Kanté, que con su juego constante y pausado interpreta a la perfección ese papel que los italianos han dado en bautizar como ‘metrónomo’, el Chelsea transitó cómodamente hacia la victoria.
Esta eliminatoria entre el primero de LaLiga y el cuarto de la Premier ha dado firmes argumentos a los que piensan que nuestro campeonato está en decadencia. Más que las otras eliminaciones, porque al Sevilla le cayó una bomba atómica llamada Haaland y el Barça, zurcido en su campo, al menos enmendó el tipo en la vuelta, cosa que ayer no hizo el Atlético. En fin, nos queda sólo el Madrid, que irá al bombo mañana con tres ingleses, Manchester City, Liverpool y Chelsea, dos alemanes, Bayern y Borussia Dortmund, un portugués, Oporto, y un francés, PSG. Por lo menos aún podemos buscar cierto consuelo en la Europa League.