Messi, abrumado por una ovación emocionante

Es tal el magnetismo de Messi que, aunque fuese el discurso de investidura de Laporta, daba la sensación de que el acto en el Camp Nou no empezaría hasta que el argentino no se acomodase en su asiento; y pareció que cuando, elegantemente, se levantó para abandonar la grada, el resto también podía hacerlo. Porque sí, era la investidura de Laporta. Pero el Barça lleva girando años alrededor de Messi y el universo azulgrana puede sufrir un episodio sísmico si el argentino decide irse. Por eso Laporta esperó pacientemente que el discurso le diese la oportunidad de pedirle públicamente, por segunda vez en espacio de diez días, que le diga sí una vez más al Barça. Es difícil interpretar a Messi detrás de ese rostro enigmático y la mascarilla de los tiempos de a pandemia. Lo que no pudo evitar Messi es la emotiva ovación de los 300 invitados a la cita. Un aplauso que era una petición expresa para que acompañe al Barça en los últimos años de su carrera. Pero que también empieza a expresar un profundo agradecimiento.

Ahí estaba Koeman, entrenador de Messi pero también fan, que recibió el apoyo de su nueva presidencia. "Confianza total, Ronald", le tranquilizó Laporta. Koeman es uno de esos a los que, como decía Gamper, les "late el corazón blaugrana". Laporta les pidió Liga y Copa y Piqué se abrazó a él. Gestos de complicidad entre el presidente y los capitanes, conjurados en París. Laporta puso en el medio del discurso a los jugadores. También al femenino de Alexia, Marta Torrejón, Vicky Losada o Sandra Paños. Y al basket de Saras, Mirotic o Hanga; y el 'handbol' de Pasqui.

Fue una buena manera de alejar su primer discurso de las corbatas y los problemas institucionales que han golpeado al Barça en los últimos meses. Estuvieron Sandro Rosell, Josep Maria Bartomeu o Joan Gaspart, pero no hubo menciones. Laporta llenó su discurso de colorines. Ahí estaba, una hora y media después, haciéndose fotos todavía. Agarrado a una botella de agua porque no era día de champán. A las tres de la mañana, estaba firmando el aval y cantando el himno. "Ha vuelto la alegría al Barça", se escuchó en la tribuna del Camp Nou.