Benzema, ¡cómo no te voy a querer!

Un año después. Hacía mucho tiempo que no veíamos al Madrid ganar un partido de forma épica en el descuento. Nos estábamos acostumbrando a remar y remar para luego morir en la orilla. Quizás haya influido la soledad y el silencio de Valdebebas en mitad del páramo. Cuando esto se jugaba en el Bernabéu (¡qué recuerdos!), 80.000 almas rugían hasta acular a los rivales en torno a su portero. Luego llegaban Sergio Ramos ‘Míster Minuto 93’ o Cristiano y lo arreglaban para alborozo de la grada merengue. Pero tuvo que ser precisamente en este 13 de marzo cuando regresó el sentido de la épica, de la agonía con final feliz. No olvidemos que justo hace un año se suspendía el Madrid-Eibar que iba a jugarse en el Bernabéu. La terrible pandemia ya hacía estragos entre la población y LaLiga decidió hace justo 365 días suspender el campeonato. Un día después nos confinamos en nuestras casas y pasamos tres meses terribles que jamás olvidaremos. Y en un día tan especial apareció él. Un genio que nos ha devuelto la ilusión.

Merci, Karim. Hasta Zidane parecía haber tirado la toalla. Con su alineación y con su planteamiento. Poner tres centrales y dejar fuera de inicio a Kroos y Modric es darle al enemigo la expectativa de que puede llevarse parte del botín. Además, con el regreso de Ramos no hacía falta atrincherarse. Nacho de ‘dos’ es igual de fiable y podías subir a Lucas arriba para regresar al 4-3-3 que tanto le gusta a Zizou. Todo fue pastoso y aburrido hasta que en la última media hora, como pasó en el Wanda, empezó otro partido. Con 0-1 (¡vaya golazo de Dani Calvo!), entraron Kroos, Modric y Rodrygo. Otra película, en cuyas escenas principales entró el starring estrella de este Madrid: Karim Benzema. Primero, devolvió la esperanza con un golazo de cabeza a lo Santillana. Y lo mejor lo dejó para el descuento. En el vértice izquierdo del área ilicitana recibió una asistencia de pecho de Rodrygo y engatilló un zurdazo versallesco que entró junto al segundo palo de la guarida de Edgar Badía. Minuto 91. Éxtasis. Fe recuperada. Clavo Ardiendo on fire. El Madrid no se rinde. Todos a dar a la tecla de ‘delete’ con los mensajes apocalípticos que ya inundaban las redes sociales. Así es el fútbol. Pasas en un segundo de la miseria, la zozobra emocional y el abatimiento a la euforia desmedida, con sobredosis de optimismo en la guarnición. Benzema gritó “yo no tiro esta Liga” y es de agradecer. Un veterano de 33 años dando ejemplo. ¡Cómo no te voy a querer!

El penalti. En un día de fiesta no me quiero calentar con el tema arbitral. Pero ya huele que otra vez le birlen al Madrid un penalti catedralicio. Iban 0-0 en el marcador. O sea, era una jugada clave. Marcone agarró a Ramos con una especie de llave de judo y lo tiró al suelo. Era tan claro que Figueroa Vázquez decidió hacerse el importante inventándose una falta previa del capitán que solo existía en su imaginación. Este árbitro también es sevillano como Sergio, pero lo mismo de niño era del Betis. Al Madrid no le pitan un penalti a favor desde el 24 de octubre. Va camino de cinco meses sin oler uno. Normal que la afición blanca esté con el tema arbitral más quemada que el cenicero de un bingo... Pero hay que quedarse con lo bueno. En vísperas del decisivo Madrid-Atalanta, este triunfo agónico sabe a gloria. Ya se sabe. Hasta el rabo, todo es toro.