Dudo mucho que Tiger vuelva a ser un número uno
Nuestro admirado Tiger Woods es un campeón en los campos de golf y un auténtico desastre fuera de los mismos. Admirado como golfista, pero no como ejemplo ciudadano. Lleva ya tres o cuatro accidentes de coche serios, por diferentes motivos. Su disciplina en los greenes se ausenta completamente fuera de ellos. En esta ocasión, el percance le ha provocado numerosas lesiones en su pierna, tobillo y pie. Afortunadamente, las fracturas de tibia y peroné afectan a su metafisis proximal y distal, pero parece que no afecta ni a las mesetas tibiales, ni a las articulaciones tibioperoneo astragalinas, con lo cual han colocado un clavo intramedular en la tibia y diferentes osteosíntesis con tornillos en los huesos del tobillo y el pie.
Las lesiones le han provocado un síndrome compartimental en la pierna, por lo que le han tenido que realizar una fasciotomía para descomprimir la tensión que los hematomas le estaban provocando en toda la pierna. Es una lesión muy grave y hay que esperar por lo menos 72 horas tras la cirugía para ver su evolución. A priori, estas dolencias, aunque serias para un golfista, no deberían ser incapacitantes para seguir en la élite, pero requieren muchos meses de recuperación. Sin embargo, si a estas lesiones unimos sus intervenciones de columna, la interrogante sobre su futuro está servida. Dudo mucho que vuelva a ser un número uno.