Tres gigantes y Courtois

Tres victorias sucesivas, y ningún gol en contra, permiten al Real Madrid acelerar la caza del líder, que parecía inalcanzable. Todo esto sucede cuando la temporada regresa al ámbito europeo, con la carga de tensión y fatiga que supone, y afronta la recta final de la Liga. El Atlético, descansado varias semanas tras su eliminación por el Cornellá en la Copa, cuenta con tres puntos de ventaja y el partido contra el Athletic, suspendido por Filomena. Se le acumulará el trabajo cuando menos lo quería: partido con el Chelsea en Bucarest, el derbi con el Madrid en dos semanas, el partido aplazado con el Athletic, la vuelta europea… Se acercan semanas frenéticas para los dos equipos madrileños, con el trascendental derbi en primera fila.

Sus tres extraordinarios centrocampistas arreglaron la vida al Madrid en Zorrilla. El portero se la salvó. Courtois ha recuperado todo su prestigio con algo más que buenas paradas. Sus intervenciones transmiten la seguridad que requiere el equipo, desordenado en ocasiones, vulnerable frente a rivales que le inquietan más de lo que deberían.

Un seguro de vida. Courtois detuvo al Valladolid en tres momentos de crisis, con la defensa al garete o víctima de errores monumentales, de los que Mendy es un frecuente autor. Cometió uno tan sorprendente que Orellana no se creyó el regalo que recibió, sin otro obstáculo que el portero y la red. Reventó la pelota, pero Courtois rechazó el tiro.

El gol de Casemiro que dio el triunfo en Valladolid cuando el partido estaba muy complicado.

La confianza que transmite el portero belga a su defensa es igual de significativa que la desconfianza que genera en los delanteros. Como Oblak o Ter Stegen, Courtois es un factor intimidante para los rivales. Se lo ha ganado a pulso en el último año, después del bloqueo que sufrió en el comienzo de la temporada anterior.

Courtois intervino más y mejor que Masip, y eso dijo bastante del partido, alborotado, con escaso control del Madrid en los primeros minutos y poca pimienta en el área del Valladolid. Sin Benzema, Mariano dispuso de su soñada oportunidad como titular. Marcó dos goles, anulados por fuera de juego. Está claro que le gusta el gol. Es potente y decidido, pero le falta finura y calidad para intervenir en el juego. Zidane le cambió por Hugo Duro, ex suplente del Getafe, ahora delantero centro del Castilla. Se interpretó como un mensaje clamoroso del técnico.

La importancia de Casemiro, Modric y Kroos se refrendó una semana más. En una temporada muy sinuosa para el Real Madrid, mantienen el tipo como titanes. El riesgo de saturación es evidente. En el calendario más apretado que se recuerda, juegan todo y casi todos los minutos. No hay más remedio. Es una plantilla con menos centrocampistas de los necesarios. La larga ausencia de Valverde complica aún más la situación en la media del Madrid.

Incansables. El ejercicio de profesionalidad de los mediocampistas es admirable y desde luego ejemplar. Kroos y Modric garantizaron los mejores pases del partido. Casemiro barrió en el capítulo defensivo y volvió a marcar un gol que puede ser crucial en esta Liga. Esta temporada ha sumado varios de primera necesidad, por ejemplo en Mönchengladbach, donde al Real Madrid se el escapaba el tren europeo a falta de cinco minutos del final. Sin esta trinidad de fenomenales futbolistas en el centro del campo, las perspectivas del Madrid serían muy limitadas, pero la realidad se impone: tiene al Atlético a tiro y está decidido a pelearle el título.