De Cristiano-Messi a Mbappé-Haaland

La historia del fútbol en los últimos años la han escrito Cristiano y Messi, con su abrasiva superioridad. En once años no se abrió la puerta del Balón de Oro para ningún otro. Sin ellos, el palmarés estaría sin duda más variado, hubiera dado entrada a nombres como Ibrahimovic, Ribéry, nuestros Xavi e Iniesta, Neymar... Este parecía llamado a ser el sucesor, pero le ha faltado la constancia de aquellos. El primer año que fallaron, el premio fue para Modric. Este año no lo hubo, se cambió por el equipo de la historia, pero sospecho que no le hubiera correspondido a Neymar, sino a Lewandowski, cuyo gran año se quedó sin ese premio.

Aquel duelo tuvimos el privilegio de disfrutarlo aquí, en primera fila. Ya es raro que dos grandes coincidan en época. Di Stéfano, Pelé, Cruyff y Maradona se fueron sucediendo. Cristiano y Messi sólo están separados por dos años y jugaron en nuestro campeonato, dándole a la vieja rivalidad Madrid-Barça una segunda edad de oro, que hizo evocar la del tiempo de Kubala y Di Stéfano. Ahora asoman Mbappé y Haaland, muy próximos en edad (22 y 20, respectivamente) y se prevé un nuevo pulso. La excelencia ya la tienen. La duda es si mantendrán ese nivel durante más de diez años, como hicieron Cristiano y Messi, pero no Neymar.

Se discute en la calle cuál es mejor, cuál querrías para tu equipo. No es cuestión de ponerse exquisitos. A mí me parece que Mbappé tiene más encanto, pero quizá dé más miedo tener enfrente a Haaland, que por otra parte no es un simple tanque de área, sino un excelso jugador de ataque que además se apoya en un físico atómico. Un jugador venido del futuro. Le lleva Raiola, enemigo de Florentino, amigo de Laporta. En cuanto a Mbappé, termina contrato dentro de año y medio y se sabe que está atrapado por la mística del Madrid. Quién sabe, quizá tengamos la suerte de vivir otra década así. La cuestión es de dónde saldría el dinero.