Adiós a la Copa sin competir

“Castaña, caraja…” Son calificativos de Ponsarnau al partido de su equipo, en la primera mitad. Llegaba el Valencia embalado en Liga Endesa y con una carta de oro tras haber vencido al CSKA hace nada. Sin embargo, apenas compitió los primeros cinco minutos ante el peor Madrid del último lustro. Y encima sin Tavares en toda la primera parte, cargado de personales. El Valencia Basket, empecinado en tirar (y fallar casi siempre) desde el triple, no tuvo opción en todo el choque. Pese a poner a siete y balón, en un par de ocasiones, las precipitaciones en ataque le impidieron al menos meter el miedo en el cuerpo a los blancos.

El 5 de 26 en triples es indecente para un equipo que quiere estar entre los ocho mejores de Europa. Y si encima, en defensa no estás, pasa lo que pasó. Sólo Van Rossom y un magullado Kalinic dejaron detalles de calidad. Tampoco estuvo Ponsarnau fino a la hora de intentar cambiar el partido con la rotación ni los tiempos muertos.

Pese al maquillaje de los últimos minutos, el Valencia estaba fuera de la Copa desde la mitad del tercer cuarto. Muy poco para un equipo tan reforzado este año. La Copa ya es historia. Otro año sin competir el torneo más bonito del año. Así las cosas, ahora toca descansar para lograr el objetivo de la temporada: acabar la Euroliga entre los ocho primeros. Que no es poco. Toca aprender de este partido porque en Euroliga, aunque será con una puesta en escena totalmente distinta, habrá rivales de la calidad del Madrid. Y mejores. Toca revitalizar cuerpo y mente.