A Mike Tobey se le iluminan los ojos cuando cae en la cuenta de que esta Copa del Rey será la décima competición que dispute en esta segunda etapa en el Valencia Basket. Para el pívot estadounidense el número 10 es una cuestión de vida. Por eso lo lleva en la camiseta. Nació un 10 de octubre (10), a las 10 de la mañana y pesó justo 10 libras (4,5 kilos). "Ojalá continúe mi suerte con el 10 y pase algo especial en esta Copa", asegura Tobey, unas horas antes de medirse al Real Madrid, en los cuartos de final de la Copa del Rey.

El pívot norteamericano llega a la Copa en un estado de gracia, totalmente compenetrado con Dubljevic, y a una competición donde siempre ha tenido buenas actuaciones, tanto con el Valencia Basket como el año que lo disputó con Iberostar Tenerife. "Este torneo me motiva, lo disfruto mucho. Desafortunadamente no habrá aficionados en las gradas, porque con ellos en las gradas la experiencia es brutal, pero aun así es un torneo que me encanta jugar todos los años", sentencia el center taronja.

Tobey promedia, ahora mismo, sus mejores números desde que llegó al Valencia en marzo de 2017 (sólo jugó tres partidos y se proclamó campeón de Liga). En Liga Endesa suma 10,3 puntos por partido y 5,3 rebotes en 19,9 minutos de juego. En Euroliga, por su parte, promedia 9 puntos y 4,9 rechazos en 18,6 minutos.

De su batalla en las alturas con Tavares dependerá gran parte de las opciones de su equipo. En el duelo de Euroliga, entre él y Dubljevic lo sacaron de zona y el Valencia arrolló al Real Madrid. "Tavares es un grandísimo jugador y está cuajando un gran año. Creo que al jugar contra él tengo más espacio para tirar, especialmente de tres... Ojalá pueda meter algún triple", comenta el siete pies taronja.

Además, este será el primer Madrid-Valencia sin Campazzo, algo que no es baladí para Tobey: "Siguen siendo un muy buen equipo, Campazzo era un jugadorazo para ellos, pero aun así son muy buenos y tendremos que hacerlo lo mejor posible".