Nadal está adaptado al dolor
La espalda es el talón de Aquiles de muchos deportistas. Sobre todo, tenistas y golfistas. El gesto mecánico, fundamentalmente en el saque y algo menos en el revés, ejerce una presión sobre toda la charnela lumbosacra que muy a menudo produce lesiones discales y alteraciones facetarias importantes, que terminan provocando dolor. Las pruebas realizadas a Rafa Nadal no indican patología importante limitante en el momento actual.
Nadal está acostumbrado al sufrimiento de la alta competición. Sabe que no hay honor sin dolor. No existe una fórmula mágica para mantenerse tantos años en el podio pese al cansancio, lesiones, dolor y años. La clave del éxito de nuestro mejor deportista de todos los tiempos está en el perfecto equilibrio logrado en los tres pilares fundamentales: físico, mental y social. La presión de la competición es brutal en ocasiones, y no todos la soportan. El descanso es otro pilar clave en el deporte. Y Rafa es un maestro en esto. Por eso, su dolor de espalda, a priori, no es preocupante.