Zizou, recupera tu sonrisa

El lenguaje gestual es definitivo en el fútbol de élite. La cara es el espejo del alma, como dice el sabio refranero español. Si algo grande tiene Zidane, aparte de 11 títulos imperiales ganados con el Madrid y las tres Champions seguidas que difícilmente igualará nadie, es que sabe rescatar la moral de la tropa con una sonrisa que parece sacada de un anuncio de colonia. La sonrisa de un seductor, del hombre que llegó a tener al vestuario entero comiendo de su mano en la búsqueda de la perfección y la grandeza sin fallar una sola vez en las grandes citas.

Por eso, la triste ausencia de Zizou estos diez días se ha notado lo suyo. Sé que con Bettoni goleamos en Vitoria y que el hombre ha estado correctísimo en las salas de Prensa haciendo de Zinedine, pero el carisma y el liderazgo no se compran en el mercadillo de los domingos. Zidane lo ha pasado mal, pero su cuarentena en casa le ha servido para reflexionar y darle vuelta a los errores que él sabe que ha cometido.

Lo bueno del francés es que no necesita aferrarse a un banquillo que ya abandonó en su máximo momento de gloria (con la 13ª recién cocinada en Kiev). Su objetivo ahora es rescatar la ilusión de un grupo que necesita sentirse de nuevo importante. La Champions es un buen clavo ardiendo. Zizou, vuelve a sonreír, s'il vous plait.