El sexto anillo de Kobe Bryant

Ha pasado sólo un año. ¡Pero qué año! Aquel 26 de enero de 2020, el coronavirus todavía no había zarandeado nuestras vidas, sólo era una amenaza lejana, un problema de otros, cuando una noticia impactó en el corazón del deporte: Kobe Bryant ha muerto en un accidente de helicóptero junto a su hija Gianna y otras seis personas. Hay sucesos difíciles de digerir. Cuando diez meses después falleció otro genio universal, Diego Armando Maradona, el llanto retornó, pero no causó tanta impresión. Maradona tenía otra edad, otra salud, otra historia… Kobe era todavía un superhéroe, un jugador de cómic que coleccionaba anillos hasta hace nada. Era el Michael Jordan de las nuevas generaciones, una inspiración para quienes hoy brillan en la NBA. Kobe, al igual que su espejo Jordan, revolucionó el baloncesto dentro y fuera de la cancha. Michael le llamaba “hermano menor”.

También trabó amistad con LeBron James, rival en la cancha y en las estadísticas. Un día antes de su fallecimiento, LeBron superó la marca de 33.643 puntos de Bryant, la tercera en el ranking histórico de anotadores. Su mejor homenaje fue hacerlo con la camiseta de los Lakers, la misma que había vestido Kobe durante veinte temporadas. Luego llegó la pandemia. Los confinamientos, las cancelaciones, la incertidumbre… Más lágrimas. Y la NBA regresó en julio en una burbuja de Florida, que desembocó en octubre en la 17ª corona de la franquicia angelina, un registro que igualaba al de su mítico rival, los Celtics. Desde aquel 26 de enero, este martes hizo un año, cada entrenamiento y cada partido de los Lakers ha estado acompañado por un grito: “1, 2, 3… Mamba”. Fue una victoria también de Kobe, su sexto anillo. Como dice LeBron: “Las leyendas nunca mueren”. Y hasta ganan títulos con su influjo.