Terremoto en los Juegos
Desde finales de diciembre, cuando Japón cerró fronteras, batió récords de contagios y decretó el estado de emergencia, el ruido sobre una posible cancelación de los Juegos ha ido subiendo decibelios hasta que The Times lo ha convertido en ensordecedor. El rotativo británico, apoyado en una difusa fuente del Gobierno nipón, asegura que la suspensión ya está decidida, a cambio de organizar la edición de 2032. La noticia, publicada en un medio de tanto prestigio, ha obligado a las dos partes en liza, la autoridad japonesa y la autoridad olímpica, a apagar el fuego con sendos desmentidos. Primero, el primer ministro, Yoshihide Suga. Luego, el COI. Dos quites de altura para frenar el terremoto causado por la noticia en los deportistas que orientan este curso, casi una vida, a Tokio.
Hay que recordar que los Juegos son para muchos deportes, la mayoría, la principal posibilidad de brillar en un ciclo olímpico. Un vacío de ocho años es demasiado para la andadura de muchas federaciones, para la corta carrera de los atletas… Y, en el caso del deporte español, un final inmerecido para una generación de oro: Mireia Belmonte, Saúl Craviotto, Lydia Valentín, Rafa Nadal, Gómez Noya, Alejandro Valverde, Pau Gasol, Raúl Entrerríos, Sandra Sánchez, Laia Palau… La pandemia pega duro en todo el mundo en el arranque de 2021, es normal que la duda invada a la opinión pública, y mucho más en un evento tan global. Pero los Juegos Olímpicos se van a celebrar, eso aclaran los implicados, igual que están en marcha otras competiciones internacionales. Ahora hay que encontrar la fórmula, con la experiencia deportiva de los últimos meses y con las herramientas que ya ofrece la ciencia: con vacunas, con test constantes, con burbujas, con restricciones en la Villa, sin público… En eso trabaja el COI. Por la supervivencia del deporte y hasta por su propia supervivencia.