El Real Valladolid sigue bajo en defensas
El partido frente al Elche evidenció una vez más el diagnóstico del Real Valladolid esta temporada. Consecuencia de un debilitado sistema inmunológico, que no fue capaz de actuar como barrera frente a las agresiones externas, el Pucela sufrió por dos veces el duro golpe de tener que recoger el balón del fondo de la portería. Sirvieron al menos como analgésico los goles de Míchel y Joaquín, el paracetamol que alivió en parte la febrícula blanquivioleta.
Termina la primera vuelta y el termómetro marca que en 19 partidos el Real Valladolid ha encajado 27 goles. Pero quizás no sea este frío dato lo más preocupante, y sí más alarmante las formas y maneras en que hemos recibido estos tantos. En su gran mayoría por demérito y errores propios, más que por aciertos de los rivales.
Todo esto ha terminado por provocarle al equipo una sintomatología recurrente, fuertes dolores de cabeza, escalofríos y una sensación de angustia e inseguridad. Es verdad que ante el Elche Sergio González se vio obligado a confeccionar una línea defensiva de circunstancias, pero no es menos cierto que los ilicitanos llegaban a Zorrilla como uno de los peores equipos de la Liga en la faceta ofensiva y goleadora.
El Real Valladolid necesita vitaminas en defensa. Bruno y El Yamiq van ganado en confianza y volverán, sí. Pero más allá el horizonte es confuso. Javi Sánchez por sus repetidas y repentinas lesiones. Nacho está lejos de su mejor versión. Raúl Carnero ha dicho adiós a la temporada. Y Luis Pérez aunque progresa adecuadamente, lo hace al mismo ritmo que Janko evoluciona de su lesión.
El Real Valladolid saldrá al mercado en busca de ese complejo vitamínico y revitalizador, ¿vitamina D, de Dalbert?, podría ser. Aunque la que más echamos en falta llegará a primeros de Marzo… vitamina K, sí… presente en hortalizas de hojas verdes, en aceites vegetales y atención, también en aceitunas… no te doy más pistas, adivina. Pero mientras todos esto llega, hoy por hoy, el Real Valladolid sigue bajo en defensas.