La importancia de ganar al Madrid

Acabó el partido y los jugadores athléticos se abrazaron en un corro de saltos eufóricos, mientras a Marcelino la alegría le desbordaba el rostro. Parecía el festejo de un título. No lo era, pero era lo más próximo: porque ganarle al Madrid siempre ha sido importante. Y más en una circunstancia así, un partido que abre el paso a una final y después de un choque bravo y luchado, mandando primero en el juego y en el marcador, y sufriendo una barbaridad al final por la avalancha del Madrid y por una última revisión del VAR en busca de una mano en el área bilbaína que al final no apareció, pero que les dio un suspense máximo a los últimos instantes.

Marcelino lleva once días en el Athletic y este resultado le consolida. Le puso el partido difícil al Madrid y además la suerte le ayudó. Lucas Vázquez, el jugador disciplinado y de garantía que destaca como extremo y cumple como lateral, falló en la salida en el primer gol, entregando el balón a Dani García, que se lo adelantó a Raúl García para que este marcara con seguridad. Ese gol atontó al Madrid. El segundo gol llegó en un penalti del propio Lucas Vázquez, por agarrón a Iñigo Martínez que transformó Raúl García. El plan de Marcelino había funcionado y el Madrid se iba al descanso con una pared por delante que iba a ser muy difícil de saltar.

Se pudo agravar al regreso, cuando Muniain cabeceó fuera con mucha ventaja. Pero no lo hizo y la segunda parte fue del Madrid, en especial a partir de la salida de Hazard, que hoy por hoy es plomo en el ala en la banda izquierda. Asensio, que mejora de día en día, pegó dos remates al palo, marcó por fin Benzema, Valverde desperdició una ocasión clara de cerrar el partido y se alcanzó el final entre arreones del Madrid. Chocó que Zidane retirara a Modric y Benzema, lo que no mejoró la claridad del equipo, sino al revés. Así que el Athletic alcanzó la orilla, con esfuerzo y mérito, y el Madrid puede por fin regresar a casa y dar término a su improductiva gira.