Lo de Joan Barreda necesita aclaración
Sin argumento razonable alguno, tenía la sensación de que Joan Barreda iba a dar la campanada en el Dakar 2021. Incluso con su déficit de tiempo a falta de solo dos etapas, conservaba la esperanza de que, por una vez, la fortuna y el acierto estuvieran de su parte para lograr esa victoria en motos que creo merece como pocos. Menudo pálpito más ridículo... No solo no ha sido así, sino que además el error del castellonense se me antoja incomprensible. Desde Honda explican que se encontraba desorientado como consecuencia del golpazo en la cabeza que se llevó dos días antes en una caída. No pretendo dudar de esta justificación, pero considero necesarios más detalles, del propio piloto o del equipo, porque resulta difícil de entender que algo así haya podido ocurrir.
La operación de repostaje es tan cotidiana como esencial para los motoristas del Dakar. Es obligatoria por reglamento… pero sobre todo por sentido común: sin llenar el depósito resulta imposible completar el recorrido. Se trata, desde luego, de zonas indicadas en el libro de ruta, señalizadas sobre el terreno e identificables con claridad. Pensar que Barreda se despistó porque venía conmocionado desde la salida suena a un caso para Iker Jiménez. Hasta ese instante, el castellonense iba completando la etapa a buen ritmo, siguiendo el rutómetro, pendiente de la navegación y desarrollando su trabajo con aparente normalidad. Cuesta adivinar (insisto en que las aclaraciones serán bien recibidas) cómo justo falló en un punto tan crítico. En ese instante sus opciones de triunfo se habían esfumado (la propia organización avisaba de que le sancionarían con una fuerte penalización de tiempo) y a partir de ahí resulta sencillo atar los cabos: encontrándose mal y habiendo perdido el Dakar, para qué continuar. Una decisión tan acertada como una auténtica lástima.