Los pastelitos de Suker
En mi casa cuando un jugador está en baja forma siempre decimos: “Se ha pasado con los pastelitos”. La coletilla doméstica se la debemos a Davor Suker que en una entrevista navideña confesó haberse puesto ciego con los "pastelitos" antes de añadir con acento croata de Triana: "Pero decir Davor Suker en tu equipo es decir 20 golitos todas las temporadas". Era el Madrid de los Ferraris y en la Navidad había parón de verdad, no paradiña. Y es que al fútbol no lo para ni la pandemia del siglo. Así se podría titular el resumen deportivo de 2020. Dentro de décadas se harán documentales del confinamiento y recordaremos que solo volvió un poquito de normalidad cuando se reanudó la Liga. Al menos ese es mi momento deportivo del año. La vuelta del balón para dar fin al encierro. "España ha hecho lo que debe y ahora para todos se abren nuevos horizontes. Ha llegado el momento de recuperar muchas de las actividades cotidianas. A partir del 8 de junio volverá la Liga de fútbol", anunció el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Volvió el fútbol con un Sevilla-Betis el 11 de junio, sin público y con la tele a todo trapo. El entusiasmo por esta vuelta fue tal que algunos se emborracharon de victoria: "Volver es ganar", proclamaron. Me reconozco entre los aliviados por aquella reanudación pero meses después no aguanto más este fútbol sin gradas. Cada vez que escucho el ambiente enlatado me dan ganas de invadir Polonia. Cada jornada sin público se muere un poco de fútbol y conviene recordarlo porque nos hemos acostumbrado tanto que cualquier día nos dirán que la gente alrededor del césped es insostenible, contamina y genera paro. Que tomar tercios en el bar Orsai en los aledaños era cosa de cavernícolas trasnochados. Que hay que ver el fútbol en pantallas enormes en casa para siempre. Nos lo dirán los encantados con este fútbol de plástico, los ideólogos de las Superligas, Ligas de Naciones y demás exprimidores de nuestras mentes y carteras. "Jugar sin público es hacerlo dentro de un cementerio", dijo Maradona durante la pandemia. 2020, vete ya.