El Madrid ganó sin brillo, 11 contra 10

El resultado final de 3-1 puede inducir a pensar que el Madrid mantuvo anoche su línea de la semana anterior, pero no fue así. Baste comentar que ya en el descuento y con 2-1 en el marcador, Vesga pegó el gran susto al colarse en el área del Madrid con todo a favor provocándole a Courtois la parada de la noche. De vuelta de esa jugada, Benzema marcó el tercer gol de los blancos, así que en medio minuto el casi 2-2 se convirtió en un 3-1 real. Pero no estuvo el Madrid a la altura de la semana previa. Jugó 75’ once contra diez, por expulsión de Raúl García, que salió sacudiendo tabacas a Modric y Kroos y se ganó dos tarjetas muy rápidas.

La segunda llegó justo cuando Gil Manzano se acababa de tragar un penalti en el área del Madrid. El enlace de esas dos jugadas llenó de un clamor las redes. Menos hubo cuando no mucho más tarde Capa cortó en su área con la mano un balón que se llevaba Vinicius, otro penalti al limbo. Gil Manzano, que va para árbitro del Mundial de Qatar, lleva tiempo en horas bajas. Pero estaba con el Madrid: se comprobó una vez más que si un equipo le espera, le cuesta abrirle la defensa. Si logra el gol, es por insistencia en el merodeo del área, así llegaron el de Kroos, casi en el descanso, y el primero de Benzema, en un córner.

Pero, como en otros partidos así, el ataque insistente acaba por desordenar al equipo, que encajó el 1-1, de Capa, y tan cerca estuvo de comerse un 2-2 sin tiempo para respuesta. Cómo sería la cosa que ni el 3-1 le quitó a Zidane la cara de susto e irritación. Buen resultado, sí, pero nada que ver con la semana triunfal. Zidane resolvió la ausencia de Casemiro con Valverde, pero en una posición que le es extraña, adelantado, por delante de Kroos y Modric, que hicieron una especie de doble pivote. Una decisión extraña que no funcionó (acabaría saliendo Isco por Valverde) y que confirma lo mucho que pesa Casemiro en este equipo.