La primera ronda de copas siempre sienta bien
Andaba el Real Valladolid todavía algo resacoso tras la victoria liguera ante Osasuna, tras un partido en el que los pucelanos lograron un resultado demasiado positivo para lo que se vio en el campo, cuando llegaba el duelo ante el Cantolagua, un tercera con ganas de dar guerra, pero al que todo se le torció. No pudo disfrutar de esta fiesta del fútbol para el pueblo de Sangüesa en su estadio, sus fieles no pudieron estar a pie de campo animando, aunque lo hicieron desde fuera del histórico Merkatondoa, y se encontró con un equipo implicado, humilde y con un Jota y un Toni con ganas de llamar la atención, de recordarle a Sergio González que ellos quieren ser titulares el fin de semana. Demasiado para el humilde equipo navarro que aguantó media hora antes de encajar la manita.
Me agradó sobre manera que el mensaje de respeto y humildad lanzado desde el vestuario tuviera su reflejo en el campo demostrando esa grandeza del fútbol que va más allá de los goles, las clasificaciones o la categoría en la que juegues. Es el fútbol puro, aunque seguro que a más de uno se le hizo el partido largo, pero para muchos de los futbolistas del equipo navarro era el partido de su vida y así lo vivieron. El ritmo y la intensidad con la que jugó, prácticamente, todo el equipo los 90 minutos engrandecen y honran al fútbol, al rival y a la competición.
A nivel futbolístico no se pueden sacar demasiadas conclusiones, aunque sí parece que cada aparición de Jota supone un argumento más para que sume más minutos en el campo. Tiene desborde, calidad y entrega por lo que se le augura un futuro prometedor. También Toni demostró estar enchufado y con ganas. Sus dos goles y la asistencia deben catapultarle y proporcionarle más minutos que ahora no está teniendo. Y es destacable, también, que el equipo, después de 13 jornadas ligueras encajando, logró en su primer duelo copero dejar la portería a cero. Es más interesante a nivel psicológico que deportivo, pero al fin el Pucela logró dejar su portería a cero y ojalá sea el camino para repetir en Sevilla. Ya habrá tiempo de pensar en la segunda ronda de copas... la primera siempre sienta bien.