Ya se sabe: el Madrid siempre vuelve

El Madrid siempre vuelve. No se le puede dar por muerto. Empezó el grupo con un desastroso resultado en casa ante el Shakhtar, llegó a la última jornada con riesgo de eliminación y al final terminó primero, de modo que va a octavos en el bombo bueno. El grupo ha sido una montaña rusa con final feliz para los dos contendientes de anoche, porque al derrotado Borussia le clasificó a su vez el empate entre el Inter y el Shakhtar, y bien que lo celebraron sus jugadores. Fue, por otra parte, la noche de Benzema, que en su efeméride de igualar a Roberto Carlos como extranjero con más partidos del Madrid clavó los dos goles de cabeza.

Sorprende esta alternancia del Madrid, que pasa de dar grandes cantadas en partidos considerados fáciles a ganar con solvencia otros de mayor rango. ¿Concentración? Puede ser. Pero quizá cuente más que lo que le cuesta de verdad es abrir bloques muy cerrados. Ahí naufraga, porque le falta juego para atacarlos. Ante equipos que se estiman más, llámense Barça, Inter, Sevilla o Borussia, las cosas le salen mejor. El Borussia es equipo de buen ataque (aunque ayer no se vio) y floja defensa. Una bicoca para los blancos en los que, doblete de Benzema aparte, lucieron sobre todo Modric y Lucas Vázquez, éste dueño de toda la banda derecha.

Y también pasó el Atlético, así que noche feliz. Llegó a esta jornada apurado por culpa de tres empates en partidos que en su día mereció ganar, uno por uno. Anoche la suerte le devolvió lo que le quitó esos días pasados y le permitió ganar un partido que jugó rematadamente mal en la primera media hora y sólo discretamente en algunos ratos después. Pero un cabezazo de Hermoso tras saque de una falta y un estupendo remate de Carrasco a pase de Correa en las acaballas del partido le permiten regresar feliz, con un resultado bonito. Al final, pleno en Champions. Pasan cuatro de cuatro aunque, cosas, sólo el Madrid como primero.