El Salzburgo es un rival atrevido que concede espacios
Con el foco en la Champions. Aunque el Salzburgo perdió en su último partido de liga, haría mal el Atlético en coger ese encuentro como referencia del momento actual de los austriacos. En la mencionada derrota ante el Admira (1-0), Jesse Marsch alineó un equipo repleto de suplentes, en el que sólo tres jugadores (el portero Stankovic, Camara y Szoboszlai) repetían con respecto a la victoria de Moscú frente al Lokomotiv. Ese choque en Rusia sí refleja realmente el potencial del rival colchonero: fue un triunfo por 1-3 que se quedó corto por la diferencia que se apreció en el campo y por el número de ocasiones de las que dispusieron los dos contendientes. Que la distracción continental le pase factura al cuadro de Marsch en el torneo doméstico se está empezando a convertir en algo habitual: sólo ha ganado uno de los últimos cuatro compromisos en el campeonato nacional y ha perdido un liderato que ahora ostenta el LASK Linz.
Su atrevimiento puede ser una ventaja. El campeón austriaco es un equipo valiente, plagado de jóvenes osados que juegan con entusiasmo y determinación. Van hacia arriba y no conocen la prudencia. Sus partidos suelen ser abiertos y con ocasiones en las dos porterías, algo que en principio favorece al Atlético de Simeone, que acostumbra a encontrar más dificultades ante rivales que busquen cerrojos para atascarlo. En el medio, la vocación extremadamente ofensiva de los hombres de banda (el magnífico húngaro Szoboszlai y el zambiano Mwepu) y la baja por sanción de Camara amenazan con convertir el encuentro en un intercambios de golpes.
Berisha, enrachado en Champions. Antes de la ida destacábamos a Patson Daka como el heredero natural de Haaland en la delantera del Salzburgo. El zambiano estaba firmando cifras de anotación muy similares a las del noruego. Una inoportuna lesión interrumpió su gran dinámica y le dio la oportunidad al alemán de origen kosovar Mërgim Berisha de asentarse como principal referencia en ataque. Este joven de 22 años ha aprovechado su nuevo estatus y lleva cuatro partidos de Champions marcando de forma consecutiva. Daka ya está recuperado, pero ya no está tan claro cómo se ordena la jerarquía en el ataque. Koita es la otra opción y entre los tres tienen que salir dos titulares.
Adeyemi, la nueva sensación. El Salzburgo no deja de producir jugadores jóvenes y talentosos a un ritmo vertiginoso. La última gran aparición que entusiasma a los gestores del proyecto es el alemán hijo de nigeriano y rumana Karim Adeyemi. A los ocho años entró en las categorías inferiores del Bayern, que lo descartó a los diez por problemas disciplinarios. Ahora tiene dieciocho y ya se ha estrenado como goleador en la Champions: suyo fue el 1-3 en Moscú con una gran acción individual que acabó con recorte y finalización cruzada. Es rápido, intuitivo y posee una técnica depurada en su pierna izquierda. Aún no es titular indiscutible en el primer equipo, pero ya ha dejado de jugar en el filial y cada vez goza de más minutos con la plantilla profesional. No es en absoluto descartable que pueda tener su oportunidad ante el Atlético.