Un año más de Modric, por favor

Cuando hace ocho años José Mourinho pidió el fichaje de Modric, nadie, ni el propio entrenador portugués, podía imaginar que el croata iba a marcar una etapa tan brillante en el Real Madrid. Entonces hubo críticas por los 30 millones de euros que se llevó el Tottenham, pero con el tiempo ha demostrado ser un precio baratísimo. Luka ha sido un jugador fundamental en el Madrid de las cuatro Champions, capaz de sacrificarse cuando había que correr tras la pelota y de dar lecciones de fútbol a la hora de colocarse, leer el juego, tener el balón, llevarlo y pasarlo como nadie. Modric ha hecho mejores futbolistas a muchos de sus compañeros.

Con 35 años quizá no esté para jugar sus 50 partidos completos como acostumbraba, pero sí para llevar el timón en muchas partes de la travesía. Es evidente que el futuro en ese puesto es de Odegaard, al que no le vendrá mal tener cerquita un tiempo al croata para ir aprendiendo el oficio. Esta misma semana, en un escenario de nivel como el estadio de San Siro de Milán, Lukita volvió a dejar claro que cuando toma la batuta y está bien rodeado, todavía puede dirigir conciertos de fútbol para piano y orquesta. No es fácil que una figura acepte ese rol de maestro acompañante, jugando menos minutos y reduciéndose el sueldo, algo aún más obligado en las actuales circunstancias.

Para ello tendrá que superar el engreimiento de otras estrellas y mirar con perspectiva toda su carrera, algo que sí cuadra con la personalidad de este futbolista, quizás uno de los más modestos de los últimos tiempos a pesar de haber ganado casi todo, hasta un Balón de Oro. Su posible continuidad no puede ser cuestión de dinero, es cuestión de fútbol, del mejor fútbol que se ha jugado en el Madrid en muchos años. Ojalá siga otra temporada más.