La última sinfonía de Campazzo
Facundo Campazzo fue designado el jugador del partido en la victoria del Real Madrid sobre el Maccabi (79-63), en ese clásico de Europa que alcanzó su 61 episodio. El Facu acabó con 21 de valoración, igual que Anthony Randolph y Gabriel Deck, pero fue el base quien se colgó el cartel de MVP, porque es él quien lleva la batuta del equipo, quien dirige una orquesta que, tras un inicio chirriante, ya ha sido afinada por Pablo Laso. No será por mucho tiempo. Su elección como Jugador Más Valioso también tuvo mucho de simbólico, porque Campazzo toca, posiblemente, sus últimas sinfonías como madridista. Este viernes se abre el mercado de agentes libres de la NBA, el destino que se reserva el argentino desde el pasado verano. El acuerdo entre el club y el jugador apuntaba a esa fecha, movida fuera del calendario habitual por la pandemia. Ese mismo día, el Madrid juega frente al Fenerbahçe, en esta jornada doble de Euroliga. Será, seguramente, la despedida del Facu. A lo más tardar, el domingo 22. Salvo sorpresas en unas negociaciones que hace unos meses parecían cantadas.
La fecha de caducidad eleva la profesionalidad de Campazzo, que podía haberse dejado ir, haber reducido los riesgos para llegar fresco el 1 de diciembre a los entrenamientos de su teórico nuevo equipo en la NBA. Pero, no. El Facu tiró del carro como siempre. Se le va a echar de menos, y mucho más en plena temporada, lo que obligará a Laso a volver a ensamblar al grupo. Es posible que el Madrid ya tenga un plan alternativo. También que esté esperando a conocer cómo queda el mercado tras los movimientos americanos. En cualquier caso, será un volver a empezar. Aunque tampoco es la primera vez. Ya ha sobrevivido a las marchas de Sergio Rodríguez y Luka Doncic, y a las lesiones de Sergio Llull. En la casa está Carlos Alocén, el futuro, en pleno aprendizaje. Más lo que venga. Un nuevo director de orquesta.