La culpa es de Isco
Zinedine Zidane no puede ni quiere esconder una realidad que salta a la vista de todos los que siguen los partidos del Madrid. Isco no ha jugado en Champions esta temporada ni tampoco un solo minuto en el pasado Clásico en el Camp Nou. Isco se ha convertido en un futbolista no de segunda fila, sino de tercera por no decir de cuarta fila. Un jugador que ya no aparece ni de lejos en las posibles alternativas a los habituales titulares. Podría parecer una vergüenza, un insulto a alguien que no hace tanto entraba en el once de una final de Champions y rompía la BBC (Bale-Benzema-Cristiano). Podría parecer un error garrafal del que tiene el poder de componer el equipo y de darle importantes minutos de juego.
Podría parecer un fracaso de Zizou privarse de esta forma de uno de los elementos más talentosos de la plantilla madridista. Podría parecer… ¡Pero es todo lo contrario! El único culpable de la triste situación de Isco se llama Francisco Alarcón. Y nadie más. Porque Zidane le admira, le adora como futbolista y le ha dado cantidad de oportunidades para triunfar. Sé de buena fuente que, cuando el técnico francés llegó al primer equipo en enero de 2016, recibió al de Arroyo de la Miel y le puso por las nubes. Le tendió la mano como nadie lo había hecho. Zizou quiso hacer de Isco uno de los mejores jugadores del mundo, pero parece que Isco todavía no quiere. Una pena.