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EL MUNDO DE RONCERO

Así nació el mito de las remontadas europeas del Real Madrid

El 5 de noviembre de 1975, hace 45 años, el Madrid remontaba en el Bernabéu un 4-1 frente al Derby County en la vuelta de octavos de final de la Copa de Europa.

Roberto Martínez, Santillana y Sol se abrazan para celebrar la remontada del Real Madrid contra el Derby County en la Copa de Europa el 5 de noviembre de 1975.
DIARIO AS

Las grandes remontadas europeas del Real Madrid, como todo en la vida, tienen un origen y un primer día. Y en este caso hay que remontarse 45 años atrás, justo al 5 de noviembre de 1975. Octavos de final de la Copa de Europa contra el Derby County. En la ida jugada en campo inglés, el equipo de Miljanic sufrió un revolcón terrible (4-1), con un hat-trick de George, que incluía dos penaltis señalados contra el campeón español. Además, el árbitro anuló un legal de Pirri por un fuera de juego que sólo existió en su imaginación y la del linier. Pero pese al 4-1 y con la leyenda añadida que tenían los clubes ingleses, el club supo preparar un ambiente de locura en el Bernabéu, en el que entraron más de 100.000 aficionados en una noche impresionante. Los fondos rugían, con cientos de banderas blancas, mientras que desde el famoso Gallinero del 4º Anfiteatro rugía un solo grito que se escuchaba desde la Plaza de Castilla: "¡Madrid, Madrid, Madrid!". Todos creían en lo aparentemente imposible.

El Madrid saltó al campo con Miguel Ángel; Sol, Pirri, Benito, Camacho; Del Bosque, Netzer, Breitner; Amancio, Santillana y Roberto Martínez. El público llevó en volandas a los suyos, que dese el primer segundo jugaron con la fe del que se siente capaz de todo. A los tres minutos, Roberto Martínez, alias Pipi Calzaslargas, abría el sueño al meter la punterita cerca del área pequeña, adelantándose al portero Boulton. El ataque siguió desaforado, hasta que el propio Roberto puso el 2-0 tras una serie de rechaces de Boulton y del propio poste. A los diez minutos del segundo tiempo, Netzer sacó con maestría un libre indirecto dentro del área y ahí empezó la gran noche de Carlos Santillana con un salto felino por encima de toda la defensa inglesa. Su cabezazo reventó la red de la portería del fondo sur. 3-0 y media hora por delante con el Madrid ya clasificado. Pero de nuevo George, el verdugo de la ida, puso la incertidumbre al meter un golazo por la escuadra con un tirazo desde casi 30 metros. Vuelta a empezar pero cada vez con menos tiempo por delante.

Pero Amancio, a falta de siete minutos, se metió dentro del área del Derby County y fue empujado. Penalti que compensaba en parte los dos que sufrió el Madrid en Inglaterra. Pirri lo lanzó con maestría para forzar la prórroga. Años después, el ceutí lo explicó de forma maravillosa: "Cuando lo tiré sólo pensaba en que lo metía seguro y que nos íbamos a la prórroga. Perro después de abrazarme a mis compañeros y de ver a alegría de la grada del Bernabéu me entró un sudor frío, me quedé casi helado. Noté que había podido ser terrible si llego a fallarlo. Curiosamente me entró el miedo cuando ya había pasado todo. Eso nos salvó. Fue una sensación rarísima, pero por suerte pasó rápido porque todavía teníamos treinta minutos por delante y necesitábamos otro gol...".

Santillana remata de cabeza en una jugada del Real Madrid-Derby County de vuelta de octavos de final de la Copa de Europa el 5 de noviembre de 1975.
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Santillana remata de cabeza en una jugada del Real Madrid-Derby County de vuelta de octavos de final de la Copa de Europa el 5 de noviembre de 1975.DIARIO AS

Y llegó el momento estelar de la histórica noche en el minuto 100, en el primer tiempo del 'extra time', como dirían los ingleses. Santillana hizo un perfecto control de pecho dentro del área, le hizo un sombrero impresionante a McFarland que culminó con una volea con su zurda que agujereó la portería del equipo inglés. El Bernabéu estalló de júbilo como nuca antes se había visto. Jamás el Madrid se había visto abocado a semejante hazaña en Europa. Levantar un 4-1 parecía una quimera, pero esa noche del 5 de noviembre de 1975 se sembró la semilla de la leyenda de Chamartín en las noches europeas y los rivales empezaron a entender que para los blancos no había resultado imposible de remontar en su mítico estadio y ante su gente. Luego llegarían las remontadas con el Anderlecht, el Inter, el Borussia Mönchengladbach... Pero eso ya se lo contaremos otro día.