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Koeman, el Madrid sí que puede quejarse con sus 11 penaltis al limbo en el Camp Nou…

Estoy cansado de escuchar los llantos que llegan desde Barcelona y cualquier plataforma culé por ese presunto robo sufrido por el quejica Koeman por un penalti que, en un cualquier otro partido con equipos de menos alcurnia y alcance mediático, se habría considerado como indiscutible. Que Lenglet le agarra la camiseta a Ramos impidiéndole saltar es tan evidente que ha sido necesario que la prensa mundial silencie esas quejas exageradas que solo pretenden esconder la única realidad: el Barça de Koeman está a dos puntos del descenso, no se sabe a qué juega y tiene a Messi bajo el síndrome del Burofax con ya seis Clásicos acumulados sin meter un gol ni dar una asistencia…

Pero quiero ir más lejos. Los colegas de la Prensa de Barcelona y muchos inquilinos de las redes sociales afines al equipo azulgrana se han empeñado en demonizar a Martínez Munuera y al VAR PARA JUSTIFICAR ALGO TAN 'INDECENTE' COMO QUE al Madrid le piten un penalti a su favor en el Camp Nou. Es llamativo que desde 2007 (con un derribo de Oleguer a Guti dentro del área que fue castigado con penalti, transformado por Van Nistelrooy) ningún árbitro se atreviese a pitar un máximo castigo en feudo azulgrana a favor del Real Madrid. Increíble que la BBC y sobre todo Cristiano no lograran pese a su poderío ofensivo demoledor que en la década que estuvieron juntos casi todos ellos no haya habido nunca una acción considerada como penalti. Pues yo he hecho en estas últimas horas un estudio meticuloso de todo lo ocurrido en los Clásicos, desde aquel penalti transformado por Van Nistelrooy en 2007, para demostrarles que los culés deberían estar calladitos y prudentes en esta queja. El titular de este estudio es demoledor: desde la temporada 2007-08 hasta el pasado sábado al Madrid le hurtaron nada menos que 9 penaltis en los Clásicos antes de que Martínez Munuera, auxiliado por el VAR, señalase el claro penalti de Lenglet a Ramos. He dicho bien. ¡9 penaltis sin castigo! Ante una realidad tan abrumadora duele pensar que haya gente que se ponga una venda en los ojos para seguir hablando de robos y atracos en vez de utilizar esa herramienta tan práctica y terapéutica llamada 'Autocrítica'.

El hurto deportivo sufrido por el Madrid en estos 13 últimos años empezó el 28 de noviembre de 2009. El Madrid de Pellegrini cayó 1-0 en el Camp Nou, con un gol aislado de Ibrahimovic en una posición al límite del fuera de juego. Lo importante es que Undiano Mallenco pasó por alto un blocaje dentro del área de Piqué a Cristiano con sus dos brazos. Un penalti que hubiera permitido las tablas y no la derrota de los blancos.

Un año más tarde, el 29 de noviembre de 2010, el Barça de Guardiola firmó la famosa manita ante el Madrid de Mourinho (5-0). Pero mucha gente olvida que antes del descanso y con 2-0 en el marcador, mi amigo Iturralde obvió un penalti claro de Víctor Valdés a Cristiano, al que derribó cuando le desbordaba. Como el gran portero azulgrana tenía una amarilla, hubiese supuesto la roja y la posibilidad de ponerse el Madrid 2-1 con casi una hora de juego por delante. No hace falta que les diga que el guion de la película de ese Clásico hubiera cambiado por completo…

El siguiente Clásico del Camp Nou se jugó el 21 de abril de 2012. El Madrid ratificó esa noche su Liga de los Récords (100 goles y 121 puntos) con un gran triunfo sellado con un gol de Cristiano (1-2). El arbitraje no tuvo quejas de ninguno de los dos equipos. En el siguiente Clásico, el 7 de octubre de 2012, sí que Delgado Ferreiro puso su sello al pasar por alto un clarísimo penalti de Mascherano a Özil, al golpearle el argentino el pie de apoyo cuando el alemán quería girarse dentro del área. Ese Clásico acabó 2-2, por lo que de haberlo señalado pudo el Madrid haberse hecho con un triunfo que mereció en el terreno de juego.

El 26 de octubre de 2013, el Villarato asomó sin tapujos y con descaro. El Barça venció al Madrid de Ancelotti (2-1) después de que Undiano Mallenco pasara por alto un empujón de Mascherano a Cristiano que copó la portada del AS con la palabra ¡Penalti! Y otro más cometido por el brasileño Adriano al sujetar el balón con la mano tras un rechace de Víctor Valdés. Dos penaltis al limbo. Vaya vaya…

El 2 de abril de 2016 el Madrid venció 1-2 en un Clásico de color blanco, pero es curioso que Hernández Hernández anulase antes del gol definitivo de Cristiano un cabezazo limpio de Bale alegando una falta en el salto del galés sobre Jordi Alba que solo vio el colegiado canario…

El 3 de diciembre de ese mismo año, el llamado Villarato, término acuñado en su día por Alfredo Relaño en las páginas de AS, alcanzó su Everest con una actuación calamitosa de Clos Gómez, que pasó por alto dos penaltis de libro. Uno de Mascherano (¡otra vez!) sobre Lucas Vázquez nada más empezar el Clásico, y otro de Mascherano, desatado ante tanto indulto arbitral, sobre Cristiano, al que agarró tanto de la camiseta que la convirtió en una talla XXXXL. El Madrid empató esa tarde (1-1). Zidane bien que se acuerda de aquello.

El 7 de mayo de 2018 de nuevo Hernández Hernández, árbitro que ha discutido civilizadamente con Sergio Ramos varias veces, dejó de pitar en el Camp Nou un claro penalti de Jordi Alba sobre Marcelo y, además, permitió una patada clamorosa de Luis Suárez sobre Varane que dio pie al gol de Messi para el 2-1. Menos mal que Bale acabó firmando unas tablas que se quedaron cortas por los méritos de los blancos.

El problema se reprodujo el 18 de diciembre del año pasado, en el famoso Clásico jugado entre semana por el aplazamiento tras la famosa tensión política, que impidió jugarlo en su fecha. Hernández Hernández estaba en el césped y no ayudó. De Burgos Bengoetxea, en el VAR, tampoco. En la primera parte Varane fue víctima de dos penaltis cometidos por Lenglet, con una tremenda patada al cuádriceps, que merecía además una sanción disciplinaria, y un agarrón indisimulado de Rakitic que casi le saca la camiseta. Además, anularon un gol de Bale por un presunto fuera de juego de Mendy que no se vio en ninguna imagen de televisión. Por eso el Barça dio por bueno aquel 0-0...

Si a todo esto añadimos el clarísimo penalti cometido por Lenglet sobre el propio Ramos antes del descanso (así lo afirmó Iturralde en el Carrusel de la SER), al darle una patada en el tobillo de apoyo para impedirle rematar en un córner, se cierra un balance demoledor. Desde 2007, al Madrid le habían hurtado en el Camp Nou 11 penaltis que no admiten discusión hasta el que Munuera pitó con el agarrón de Lenglet a Ramos. A la décima fue la vencida. Con semejante historial no es de extrañar que en la Casa Blanca se queden perplejos con lo que están oyendo y leyendo desde el otro lado del puente aéreo. Sólo cabe una explicación: estaban mal acostumbrados…